No hay una clave. O, al menos, no hay una sola una clave. Son muchos factores, están la constancia, la suerte, el olfato bien afinado… Supongo que, más que por los aciertos, igual hemos llegado hasta aquí por no haber cometido según qué errores, esos que, cuando picas su anzuelo, te pueden llevar al fondo del hoyo.
Vuestra actividad principal, sin abandonar la de discográfica, ahora es la de promotores de conciertos. Me imagino que la subida del IVA os hace comeros mucho más la cabeza a la hora de programar qué artistas y en qué salas. ¿Es para tanto como dicen?
Lo del 21 por ciento de IVA es una barbaridad. Ya está asumido, claro, qué remedio, pero ha sido muy parecido a lo de la estaca que le clavaban a Drácula. Decía aquel serial televisivo que los ricos también lloran. El problema es que aquí los ricos, que son quienes legislan, solo nos hacen llorar, o de pena (por su inutilidad) o de asco (por lo mismo y, encima, por cosas peores).
Escriben en los medios que Prince va a Lisboa pero no pasa por Madrid, que Bon Jovi actuó en verano en el Calderón casi cubriendo sólo gastos y como regalo a su legión de seguidores en nuestro país,… Vosotros programáis otro tipo de artistas, en otro tipo de aforos menores y me imagino que con cachés bastante más asequibles. A partir de ahora, ¿este es el futuro de la programación musical en nuestro país?, ¿conciertos sólo de mediano o reducido aforo y a duras penas?
Los conciertos de gran aforo son solo la «cirereta», que decimos en Catalunya. La guinda. Nunca van a ser el pastel. Si no están, pues peor, claro, a quién no le va a gustar, si está en sus cabales musicales, ver un concierto de Prince mientras pueda pagárselo (lo de Bon Jovi ya es otro cantar), pero ese tipo de eventos no marcan el nivel de salud cultural. Es en los conciertos «de clase media» donde eso se palpa. Nosotros jugamos en esa liga. En la de traer aquí de gira a nombres como Austra, The Wave Pictures o The Tallest Man On Earth, y hacerlo en condiciones, económicas y de todo tipo, parecidas a las del resto de Europa. Nos gustaría pensar que con ese trabajo aportamos cierto grano de arena a la salud cultural de nuestro entorno.
Andaréis listos fichando nuevos talentos para vuestra cartera antes de que gigantes como Live Nation ganen su exclusividad. ¿Cómo es esa lucha de poder entre estas grandes multinacionales y vosotros, los más humildes?
Hay algo en este negocio que recuerda a la manera en que el guepardo caza gacelas. Se trata de ser el más rápido (el guepardo lo es, entre los mamíferos de cuatro patas), pero además tienes que pillar la presa rápidamente, porque esta, aunque no sea tan veloz como tú, resiste más en carrera y se te escapará a partir de tal segundo si te mete cuatro quiebros. No nos queda otro remedio que, en la medida de lo posible, imitar al guepardo. No podemos competir con leones y sus garras, ni los leopardos, ni incluso con mandriles. Tiramos de velocidad.
Soléis programar en teatros y recintos con cierto encanto para favorecer una puesta en escena acorde con la música de la banda o artista (hecho que es de agradecer). ¿La oferta de estos locales en España en general, y en concreto en Madrid, es la que os gustaría?
Todo es mejorable, pero también todo podría ser peor. Con esas dos variables en mente vamos haciendo. En Madrid, concretamente, estamos muy contentos de poder trabajar en el Teatro Lara de la mano de SON Estrella Galicia, y también de haber empezado recientemente a programar conciertos en el Teatro del Arte, por ejemplo. En la medida de lo posible, aunque a veces se puede y otras pues no, intentamos que nuestras giras pasen por salas donde el espectador se sienta cómodo y perciba que hemos pensado en su disfrute, que lo tenemos en cuenta.
Además de Madrid y Barcelona, ¿en qué otra ciudad os gusta programar y soléis sacar buenos réditos gracias a su público fiel y próximo a este tipo de eventos culturales?
Hay muchas. y cuantas más, mejor. Si hubiera que citar alguna diríamos que San Sebastián es una de las que mejor recuerdo deja a los músicos que pasan por ella.
Como hemos empezado diciendo, son ya 15 años de Houston Party y seguro que hay algún recuerdo, algún instante o imagen que se te ha quedado grabado como si fuera ayer…
Hay muchos. Uno al tuntún, bastante reciente: el momento ese, el 13 de agosto de este año, cuando se vendió la última entrada en Apolo del concierto barcelonés de Alabama Shakes. Ese gusto que te queda en el cuerpo cuando dices «bueno, ya no queda ninguna más, ‘sold out, prueba superada'». Era un concierto muy arriesgado, tiramos la moneda al aire y salió cara.
Y seguro que también en alguna ocasión pensaste, «vaya acierto que tuvimos al fichar a esta banda en su día!»…
Aquí podríamos citar a Micah P. Hinson, desde luego. Y a Crystal Fighters.
Anna Calvi, Baths, Damien Jurado, Dodos, Destroyer, Sam Amidon, Waterboys,… Tenéis un calendario de fechas y artistas por España impresionante. Si tuvieras que recomendarme tres que bajo ningún concepto debiéramos perdernos, ¿cuáles serían?
Pedirle a unos padres que digan cuáles de sus siete hijos son los tres más guapos… Complicado. Baths, Dodos y Sam Amidon, sobre el papel, son más minoritarios que los otros cuatro. Para ellos la recomendación. Es parte de nuestra mentalidad: ignora lo grande que es el titular que alaba (y muy bien) a ese grupo y lee la letra pequeña que habla (y muy bien) de aquel otro.
Miguel, ha sido un placer. Muchas gracias por atendernos y que Houston Party siga con tan buena salud al menos otros 15 años más.Un saludo.JORGE.
+info: #houston_party15years
http://www.houstonpartymusic.com
twitter: @JRGE09 / @LONGBRIT / @Houston_Party