Nacido en Cincinnati pero desde hace muchos años vecino de la prolífica Brooklyn, Matt Berninger ayer volvió a pasar por nuestro país para que incluso los menos creyentes, salieran totalmente convencidos y diestros en una nueva religión. Porque el concierto de ayer de The National es uno de esos que aún para los menos habituados en la discografía de la banda norteamericana, te convencen y sales directo a tu casa a pinchar el spotify y estudiarte la lección que dejaste algún día por error para demasiado tarde.

Una voz señorial, un barítono de traje oscuro, corbata, siempre acompañado de una buena botella de vino (en esta ocasión, blanco) y una elegancia natural habitualmente adornada con brillantes destellos de ira contenida. Estudiante de trompeta en su universidad y casado con una editora de The New Yorker (quien ayudó en la composición de distintos temas de su álbum Boxer). El cabeza visible de la banda, es ya un icono. 
En la velada de anoche, Matt susurró, andó sobre la gente, se paseó por entre la audiencia, emocionó con su rabia y nos hizo hasta reír con sus cabezazos al micro, sus minis de cerveza al aire y sus enfados sistemáticos. Doctrina pagana de un profeta que canta metáforas acerca de una sociedad occidental podrida, anestesiada y corrupta. 
Comenzó el recetario con temas de su último álbum, Trouble Will Find Me. Aaron y Bryce, los hermanos Dessner, siempre correctos, machacaban con sus guitarras por encima del característico sonido de viento de la banda. No fue hasta la tercera canción, cuando llegó la legendaria «Mistaken for Strangers» y, sobre todo, «Bloodbuzz Ohio», cuando el directo comenzó a coger ritmo. Luces rojas y primeros acompañamientos del respetable cantando al unísono bonitas estrofas: «I still owe money to the money to the money I owe… I never thought about love when I thought about home…«.
«Demons«, «Sea of Love» (muy celebrada), «Slipped«,… y volvemos a toparnos con otra pieza única y maravillosa de su mejor álbum con permiso del Boxer, High Violet. Llega «Afraid of Everyone«, canción que Matt la siente, la padece en su rostro al cantar. Dicho tema fue compuesto en relación a la ansiedad que el propio artista tuvo durante unos meses al conocer que iba a ser padre por primera vez.
Seguimos con el High Violet y llega «Conversation 16«. Las luces abajo y comenzamos a hablar de sueños negros y de nuestros muchos miedos. Todo el mundo termina cantando a pulmón aquello de «Cause I’mmmm… eeeevil!!«. En este momento, ya podemos concluir viendo las caras de los asistentes. Ojipláticos, incrédulos llevados a fieles, pelos de punta,… The National, que desde 2008 no pasaban por Madrid, ya tienen una plaza de toros que llenar cada vez que vengan por aquí.
Volvemos a pasar de nuevo del High Violet al Boxer y llega la enérgica «Squalor Victoria«, un track que siempre me dió que pensar y nunca le supe sacar un significado completo («Raise our heavenly glasses to the heavens Squalor Victoria!, Squalor Victoria!«). 
«I Need My Girl«, «This Is the Last Time«,… metralla del nuevo álbum que veremos qué tal envejece con el paso del tiempo. Tocamos de nuevo sus primeros trabajos con el «All the Wine» y «Abel» («Abel, come on, give me the keys, man«) esta vez, perteneciente al álbum Alligator. Suena la vieja «Slow Show» y llega «Sorrow» para volver a hacer cantar al palacio de Vistalegre, aunque no tanto como lo haría un par de temas después con «England» (qué canción bárbara!). Cuando suenan los primeros acordes de «About Today», un escalofrío recorre nuestro cuerpo. Matt se pone peluchón, se hace el silencio en la plaza… el momento de la noche. No se oye una voz entre el público, el respeto es máximo… Matt apostado junto al micro mirando el suelo, el reflejo de las luces en su gafas no nos deja ver sus ojos, su majestuosa voz acompaña una melodía de la que se han hecho infinitas y fantásticas versiones y el concierto empieza a tomar adjetivaciones de inolvidable… «Today , You were far away. And I… Didn’t ask you why. What could I say, I was far away,…you just walked away and I…just watched you. What could I say. How close am I to losing you…«
Nos quedamos sobrecogidos y nos rematan de seguido con, seguramente, la canción bandera de la banda. «Stay out super late tonight, Picking apples, making pies,…«. Mucho se ha dicho y se ha escrito sobre el siginificado de «Fake Empire» en todo este tiempo. Sonidos graves y un final instrumental intenso para un sarcasmo irónico sobre un Falso Imperio (Estados Unidos?) que relata nuestra vida ignorante acerca de todo lo que nos rodea y cómo no percibimos las vergüenzas habidas más allá de nuestras fronteras. 
Aunque todo sea dicho, es de esas grandes canciones que bajan un escalón en directo.
Se despiden, el público les reclama. Salen de nuevo. Últimas cuatro canciones. Berninger ya se ha acabado su primera botella de vino. Correcta «Hard to Find» y revientan el show con su canción más contundente, «Mr. November«. Ya nadie para quieto y muchos treintañeros se desmelenan al grito de «I won’t fuuuuck us over, I’m Mr. Noveeember». Punto caliente de la tarde-noche en Madrid. Matt baja a seguir cantando entre la muchedumbre, la gente corre tras él, le abrazan, le tiran dos mil fotos por segundo, le tocan, le regalan minis de birra y «Terrible Love«, a diferencia de lo dicho con «Fake Empire«, gana muchos enteros en directo. Qué pelotazo!.  
Acaba el concierto. Berninger saca otra botella de vino. Toda la banda en primera fila. Momento íntimo y dulce final. «Vanderlyle Crybaby Geeks» es el broche de oro a una noche redonda donde los que esperábamos mucho, recogimos aún más. Banda y asistentes se despiden:»I’ll explain everything… tooo the geeks!!» 
El anterior paso por nuestro país fue en el Primavera Sound de Barcelona de hace dos años y puede que aquella cita fuera todavía aún más épica con Sufjan Stevens haciendo los coros (casi nada…). Sin embargo, la noche de ayer se presenta a candidata al mejor directo en Madrid de este 2013 (seria rival para esta misma, la reciente de Cloud Control y Local Natives hace tan sólo unos días). 
A pesar del nuevo trabajo, parece que The National han encontrado en su penúltimo álbum, High Violet, un manantial inmenso de buenas canciones con las que presentar directos de mucha más consistencia que antaño. A todas ellas, le suman piezas de colección de Alligator y Boxer y por el momento, tan sólo buenas canciones de relleno del Trouble Will Find Me. No obstante, el verdadero valor añadido en sus directos es el de tener al mejor frontman de la actualidad. Desde que Jarvis Cocker dejara los escenarios, no veíamos a un líder tan por encima de su propia banda, siendo esta una banda de notable alto. 
Matt Berninger es aún más grande que los propios The National. 

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