La noche madrileña se queda sin conciertos, menos mal que todavía hay vida en algunos parages capitalinos como el patio Maravillas del cual prometemos hacer un reportage más adelante. Hoy por hoy, y lo triste, es que seguimos con las malas noticias para los amantes de la música en directo en nuestra ciudad… (maldita Administración!)
* En febrero hubo 181 directos menos que en el mismo mes de 2008.
* Las salas lo achacan a la clausura de locales y al acoso municipal.
* Temen que la capital se quede fuera del circuito musical.
Octavio Fraile. 06.03.2009 – diario 20 Minutos
Ni jazz, ni salsa, ni mucho menos rock and roll. Los madrileños van a tener que empezar a acostumbrarse al sonido pregrabado de su banda sonora favorita a la hora de salir de noche y renunciar a la música en directo. Porque la capital anda cada vez más escasa de conciertos (en febrero se programaron 181 directos menos que en el mismo periodo de 2008) debido al cierre de locales como La Riviera y al acoso del Ayuntamiento de Madrid y de la Policía. Richard Angstadt, dueño del extinto Bogui Jazz: «Esto es un Guantánamo artístico. Vamos a tener que hacer música ‘olímpica’ para que Gallardón nos haga caso«, bromea el dueño de una de las primeras salas en sufrir la fiebre de clausuras que se vivió meses atrás y que echó el cerrojo a otros locales como La Riviera, Moma, But o Colonial Norte tras la muerte del joven Álvaro Ussía en Balcón de Rosales. «Estamos hablando de locales muy importantes que programaban al menos un concierto al día… haz la cuenta», dice Javier Olmedo, portavoz de la asociación de salas de directo La Noche en Vivo (http://www.lanocheenvivo.com/) , «sólo hay que echar un vistazo a la agenda de la revista Mondosonoro (http://www.mondosonoro.com/)» .
El contraste es claro: 814 conciertos en febrero de 2008 y 633 en 2009.
Malos tiempos para la música que se unen al «acoso policial» que sufre la noche desde que estallara, hace un año, el ‘caso Guateque, la trama de concesión de licencias a cambio de dinero del Ayuntamiento de Madrid. El aumento del control policial desde el ‘caso Guateque’ está ahogando la noche madrileña. «Aparte de no dar concesiones, o de darlas tardísimo, estos últimos meses no ha habido noche que no hayamos recibido la visita de la Policía para hacer controles«, asegura un portavoz de la plataforma de discotecas «Madrid no Cierra». Estas circunstancias ya han provocado la suspensión de directos de artistas como Iván Ferreiro, Sidonie, Travis o Kaiser Chiefs. Aunque estos músicos encontraron luego otras localizaciones para sus conciertos, es un ejemplo de lo que podría pasar en un futuro, ya que la falta de espacios de mediano aforo (hasta 5.000 asistentes) que acojan a este tipo de bandas, podría hacer que Madrid se quedara fuera del circuito musical. «Lo cierto es que entre los cierres y el miedo de los locales a programar música en directo, el panorama podría ir a peor», dice Luis Mendo, de la Asociación de Intérpretes. «Además, está la crisis. Pero, quién sabe, igual a la gente le da por escuchar música para olvidarse de sus problemas», apostilla un portavoz de la promotora Mercury Wheels.
Malos tiempos para la música que se unen al «acoso policial» que sufre la noche desde que estallara, hace un año, el ‘caso Guateque, la trama de concesión de licencias a cambio de dinero del Ayuntamiento de Madrid. El aumento del control policial desde el ‘caso Guateque’ está ahogando la noche madrileña. «Aparte de no dar concesiones, o de darlas tardísimo, estos últimos meses no ha habido noche que no hayamos recibido la visita de la Policía para hacer controles«, asegura un portavoz de la plataforma de discotecas «Madrid no Cierra». Estas circunstancias ya han provocado la suspensión de directos de artistas como Iván Ferreiro, Sidonie, Travis o Kaiser Chiefs. Aunque estos músicos encontraron luego otras localizaciones para sus conciertos, es un ejemplo de lo que podría pasar en un futuro, ya que la falta de espacios de mediano aforo (hasta 5.000 asistentes) que acojan a este tipo de bandas, podría hacer que Madrid se quedara fuera del circuito musical. «Lo cierto es que entre los cierres y el miedo de los locales a programar música en directo, el panorama podría ir a peor», dice Luis Mendo, de la Asociación de Intérpretes. «Además, está la crisis. Pero, quién sabe, igual a la gente le da por escuchar música para olvidarse de sus problemas», apostilla un portavoz de la promotora Mercury Wheels.