Ni el frío, ni la ausencia de Frusciante, ni el anuncio de un
nuevo concierto de los californianos en el
Rock In Rio (esa suerte de festival
parque temático musical en el que Hanna Montana y Motorhead se pueden cruzar
por el camerino) deslucieron la velada del 17 de diciembre en el palacio de los
deportes.


Es mucho decir que los Red Hot Chili Peppers se encuentran en su
mejor momento, de hecho es tanto decir, que no se puede (decir), pero… ¿se les
puede pedir?

Son genuinamente la banda mas “auténticamente joven” de las que
llevan 30 años de carrera y cuentan sus discos en cifras de dos dígitos. ¿Quién
si no puede haber enterrado a un guitarrista, expulsado a otro, exiliado a un
tercero y aparecido de nuevo con un cuarto joven y desconocido, con el que
sigan sacando singles? En el concierto podíamos ver a pseudoseñores,
seguidores de su primera etapa, hijos de los 90, universitarios y jóvenes, muy
jóvenes.

Pero comencemos por el principio, FOALS
y no está escrito en mayúsculas por casualidad, fueron un telonero atípico,
pero acertado. Con uno de los discos del año 2010 como principal arma,
presentaron un directo que fue aumentando de intensidad según el goteo de
espectadores llenaba el Palacio. Los que entramos a primera hora vimos a una
banda mas sólida que la que presenciamos en el Día de la Música, con capacidad
de variar los temas para improvisar
entre ellos en el propio concierto, y en el
que el sonido, deudor del estigma del telonero, fue mejorando según transcurría
la actuación, cerrando con “Spanish Sahara” que hizo callar al respetable y
hacerles merecedores de una ovación final.

Foals

Huelga decir que la banda de Anthony Kiedis salió con el público
en el bolsillo; los irregulares temas de su disco nuevo fueron intercalados con
clásicos. Así, Monarchy of Roses fue el primero en caer, seguido de Can’t
Stop (by the way)
y Charlie, del disco Stadium Arcadium. Scar Tissue de su alabado
Californication fue el primer gran ooohhhhh!!!! Aunque mi sorpresa fue que
el set incluyó temas de etapas anteriores como la versión de Higher Ground de Stevie
Wonder, del Mothers Milk y F.U.

The Adventures of Rain Dance Mimmy fue la más coreada de los
nuevos temas y puede ser el nuevo “By The Way”, aunque era una noche de clásicos
y cuando se escucharon Under the Bridge o Dani California, Breaking the Girl o la mastodóntica Give it Away fue cuando el público disfrutó realmente de
lo que había venido a ver.
Red Hot Chili Peppers (foto: Rolling Stone)

A pesar de la impecable ejecución del “chico nuevo” la sombra de
John Frusciante es alargada y su ausencia solo sirvió para centrar la atención
en Flea y Anthony (algo apático) que cargaron con toda la responsabilidad. Aún así
parece querer desmarcarse de su predecesor llevando la guitarra a los sonidos
que Dave Navarro introdujo a mediados de los 90 en One Hot Minute.

El concierto como se esperaba fue un karaoke gigante en el single
tras single, los Red Hot hicieron lo que mejor saben hacer.

¿Faltaron temas? Pues si hablamos de 30 años de música con más de
40 o 50 singles, puede que sí, pero viendo en la forma en la que están estos cincuentones,
no será la última vez que los veamos.