Desde hace unas semanas, mi amigo José Manuel Nebreda recorre la costa andaluza desde el extremo oriental de Almería hasta donde España se pierde con Portugal. Sus más de 800 km, a veces solo, a veces acompañado (por seguidores locales, amigos o runners), suponen un reto, una proeza no apta para muchos, me atrevería a decir que casi para ninguno. Las 21 etapas consecutivas implican casi una maratón diaria por una orografía que no es precisamente una pista de atletismo.

Existen dos motivos por los que escribo estas palabras, además de para expresar mi ánimo y afecto a  “Nebre”. El primero es el motivo principal, pues todas las donaciones que se recauden durante su participación se destinarán a la construcción de una escuela primaria de 4 aulas en Hossana (Etiopía). 240 niños podrán asistir a una escuela de calidad cada año.

Para ello, podéis hacer vuestra aportación a través de la cuenta que encontraréis en su web AL-ANDARUN (seguro que os cuesta menos que los 850 km y por pequeña que sea, cualquier ayuda es buena), además de tener la opción de seguir la carrera en directo.

El segundo motivo es que José Manuel es un loco de la música, un melómano empedernido. Nos conocemos desde la universidad y podría decir que tiene mente de punk. Quizá por ese motivo asuma este reto. Y quizá también por eso salga del convencionalismo para expresar su solidaridad.


Me lo imagino arrancando por la mañana con Jet o los Libertines, viendo cómo  brilla el mar de Almería mientras suena Beirut, cruzando la frontera de Granada a Málaga mientras las trompetas de Fat Mike le sacan la sonrisa en la cara y escuchando a Andrew Bird mientras el ultimo sol del día enrojece el paisaje.

Una gesta así entre lo personal, como reto, y lo altruista merece ser contada y compartida, así que os insto a que colaboréis y le sigáis en su web y su lista de Spotify que quizá también os haga como a mí meteros en su cabeza y entender cómo una persona ordinaria es capaz de hacer algo extraordinario.


+ Info: Twitter: @alandarun
Instagram: al_andarun