Este año, una vez más, ponernos de acuerdo ha sido una misión imposible. Así que volvemos con una selección de los mejores álbumes que para 3 de nosotros (LU, The Doctor y JRGE09) han sido los más destacado de este 2014.
Una lista de ganadores sobre los que, aquí en LONG BRIT, ya prestamos atención sobre muchos de ellos a lo largo de toda esta temporada en numerosos artículos. En palabras de nuestro compañero The Doctor: «No están todos los que son pero son todos los que están , música para oídos inquietos«.
Nuestra selección:
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Los 10 mejores álbumes de JRGE09 :
10. The War on Drugs – «Lost in the Dream»
Canciones de portentosas estructuras, edificaciones admirables pero canciones largas y tediosas en algunos momentos. Seguimos sin torcer nuestro brazo y volvemos a repetir lo que ya dijimos en el pasado mes de Mayo sobre este álbum. Un viaje largo e intenso pero monótono y con falta de nervio. Brillante factura para un largo en el que Granduciel se relame de gusto. Un trabajo en el cual él se masturba y nosotros, miramos (de lejos).
9. Novedades Carminha – «Juventud Infinita»
En el lado opuesto al anterior, nos encontramos un álbum poco ilustrado y complejo. Sin embargo, lo último de estos gallegos es uno de esos discos que pones en el coche y lo escuchas 3 o 4 veces en bucle, una y otra vez sin parar. Divertido, canalla, canciones con auténtico gancho, reír, follar, cantar, fiestas tropicales, bailar, El Vaquilla, el chandal, tus amigas, los mios,… Terminarás cantando a grito pelado y con la ventanilla bajada eso de «O follaaamos todos o me tiro al ríooo!«, «sueeena Julio Iglesias y enseñas las tetas!«, «Uuuuh, maaami, quiero verte bailaaar!«,…
Vaya jaleazo (y del bueno!).
8. FKA Twigs – «LP1»
«Ha nacido un monstruo». Así empezábamos la crónica de una estrella anunciada allá por principios del más que olvidado mes de Agosto. Probablemente el disco más vanguardista, abstracto y sorprendente del 2014. Tahliah Barnett, la bailarina profesional que se esconde tras el nombre de FKA Twigs, ha dispuesto una serie de cortes dispersos entre el R&B, el pop y la electrónica. Un salto a lo desconocido y un pasaje al futuro. Merece la pena intentarlo.
8. Lykke Li – «I Never Learn»
Tras su anterior magnífico disco y algunos hitazos en forma de remixes que aún baila medio mundo, pudimos caer en la tentación de creer que esta artista se convertiría en una musa banal y futuro reparto de alguna bochornosa gala de la Mtv. Pero va ella con este «I Never Learn» y nos vuelve a dejar muy claro que su camino es otro. Canciones con letras profundas, desgarradoras, y melodías como sólo los suecos saben disponer para el pop. Lykke Li ha formulado un trabajo con menos pegada, pero mucho más sentido.
7. Parquet Courts – «Sunbathing Animal»
Andan cansados de que les comparen con Pavement y es que parece pretenden ir un paso más allá. La energía electrizante de su punk rock recoge lo mejor de la vieja escuela neoyorkina de los años 70 y al mismo tiempo, la banda acumula elogios en los momentos de mayor reposo en este álbum. La fórmula de su primer disco, ya no es repetida al completo y la banda augura un elenco de enormes posibilidades.
6. Todd Terje – «It´s Album Time»
Pese a que recoge singles que ya presentara tiempo atrás (entre ellos su megatemazo «Inspector Norse»), el noruego nos regala un ejercicio de música disco (space disco) que se mueve entre el house de antaño, el techno y la pista de baile de noches elegantes y clubs de alto standing. Su priemer LP, este “It’s Album Time”, es un álbum para bailarlo, disfrutarlo y de igual manera estar pendiente de la multitud de arreglos presentes (arpa, piano, sintetizadores, todo tipo de analógicos) y de todas esas pequeñas incursiones en otros géneros como el jazz, el rock progresivo o el funk. La versión del “Johnny and Mary” de Robert Palmer interpretada por Bryan Ferry es peor que la original, sí, pero no es un obra menor (ni mucho menos).
5. #1 Dads – «About Face»
Tom Iansek, pese a la poca notoriedad de #1 Dads, su proyecto personal, debe estar más que orgulloso. Os hablamos hace poco de él y ya pudimos catalogar el largo como una empresa elegante y sólida. Amor, más amor y la seguridad de quien se sabe con alguien a su lado como red de seguridad, ese es el núcleo central de este más que notable «About Face». Pese a la temática común, sobresalen géneros dispares en canciones como “So Soldier” o «Return To». La colaboración con Ainslie Wills en «So Soldier» es el momento de máximo esplendor y título capaz de haber podido ser firmada por la mismísima pluma de Fleetwood Mac. En cambio en «Return To», nos encontramos en un contexto más cercano a la obra de James Blake o el propio Nils Frahm. «Homeward Found», “My Rush”, «Nominal», «Camberwell»,… todo cortes de alta costura y tan dispares entre ellos que el disco pierde cohesión para ganarlo en sensaciones.
4. PELL – «Floating While Dreaming»
El primer gran largo del de New Orleans, ya contamos a primeros del pasado Noviembre optaría a ser una de las mejores novedades del año. Con su peculiar estilo sureño entre el dream pop y el RnB, Floating While Dreaming rezuma frescura y potencia (no perderse su «Eleven: 11» y esa pegada de versos francos y contundentes: «Tomorrow ain’t promised I live my life honest with no interruptions, Fuck repercussions I’m living and learning«) así como, canciones de factura novedosa abanderadas por su «Wait On Me» en colaboración con Dent May, donde el pop y el medio tiempo de voces profundas, se ven bruscamente sacudidas por la abrupta ráfaga con que Pell inunda todo el álbum hablando de sueños, metas y anhelos. Un LP que cuenta con las colaboraciones de Curti$ Williams (Two-9), PJ Morton y ayudas en la producción de Ludwig Goransson, Tomas Barford y Jeppe Kjellberg.
No hay duda, una de las grandes sorpresas del año.
3. Sun Kil Moon – «Benji»
Cuando nos quedamos congelados de emoción en la colaboración del álbum que Mark Kozelek hizo con Jimmy Lavalle, no podíamos pensar que este viejo cabrón volvería a recoger su viejo gran proyecto, Sun Kil Moon, y relanzarlo hasta lo más alto. El ex-Red House Painters vuelve a fabricar un disco para noches de insomnio, testigo de agrias vivencias y sucesos más propios de «La Noche Desquiciada de Pasos» de otro huraño jodón como es el célebre Charles Bukowski. En el pasado mes de Marzo, cuando os hablamos de él, ya calificamos la pieza de sobresaliente. Y es que las historias de Kozelek siguen siendo un trauma elegante, un cuento para el estudio con detalle. Canciones como «Carissa», «Micheline», «Richard Ramirez Died Today of Natural Causes», «I Can’t Live Without my Mother’s Love»,… todo es amor y tragedia en su mundo. Un mundo áspero y de contrastes que merece la pena leer (más aún que escuchar).
2. The New Pornographers – «Brill Bruisers»
La superbanda canadiense ha vuelto. Quién nos iba a decir a nosotros que a estas alturas de la vida, tras los numerosos proyectos en solitario de sus miembros, años después, The New Pornographers iban a firmar un nuevo disco sobresaliente para su curriculum vitae. El power pop de días soleados y estribillos embriagadores ha vuelto a nacer en sus composiciones. Un renacer este Brill Bruisers, con canciones como «War on the East Coast», que te corta la respiración, te lleva a más de 200 km/h montado en sus historias, las de un grupo de amigos de toda la vida con ganas de pop saturado por una paleta de colores infinitos, todos brillantes e intensos. A.C. Newman, Dan Bejar (Destroyer), Neko Case,… todos juntos de nuevo. Hubo un tiempo en que parecía que aquel indie rock nacido en los años 90 sólo vivía de miserias y lamentos.
Ellos vinieron en su día para cambiarlo y ahora, para que nunca se nos vuelva a olvidar.
1. Future Islands – «Singles»
Allá por primavera, en el mes de Abril, nos quedamos absolutamente enganchados con este pop de bailes contenidos, de sintetizadores calculados, honesto, melancólico, romántico, amargo,… Como ya os contamos, puede que Samuel T. Herring haya llegado ya al punto de inflexión definitivo de una carrera que no terminaba de despegar pese a tener en el armario, discos sensacionales como su On The Water del año 2011. En un discurso algo más jovial y desenfadado, ahora llega Singles, con canciones tan poderosas e hipnóticas como «Seasons (Waiting on You)», «Sun in the Morning», «Light House», «A Song For Our Grandfathers» o nuestra favorita, «A Dream of You and Me». Exquisitas, impecables, pulcras,… capaces de ordenar un guateque a media noche o de hilo conductor para una velada tranquila y amable.
Herring (quien disputa el trono de mejor frontman a Matt Berninger de The National), Gerrit Welmers y William Cashion, presentan este álbum como un diálogo perfecto entre electrónica y pop desde un punto de vista siempre minimalista, un discurso de sensaciones, redondo y cohesionado, de fácil escucha y con regusto ochentero. Ni una sola canción en todo el disco que baje el nivel y eso, puede que ningún otro álbum en este 2014 pueda presumir de ello.
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Los 10 mejores álbumes de LU :
10. Benjamin Booker – «Violent Shiver»
No sé si a ustedes también les pasa, pero cuando se acerca el final de cada año y, casi inconscientemente, de repente nos surge esa especie de balance mental de lo que nos han aportado los 365 días que dejamos a nuestras espaldas. A veces resulta difícil ponderar si pesa más lo positivo que lo negativo. Pero cuando se trata de música, tenemos muy claro que nos quedamos con aquello que, por una razón u otra lo consideramos diferente, singular, capaz de conmover a un ser inerte sea cual sea el género al que pertenezca.
Es el caso del artista que ocupa el top 10 de esta lista. Resulta inevitable dejar pasar por alto el talento de este guitarrista novel nacido en Virginia. Benjamin Booker soñaba con ser un reputado periodista musical, aunque, en los tiempos que corren, más que un sueño lo suyo era una jodida utopía. Pero como no hay mal que por bien no venga, Booker grabó un puñado de canciones y se las mandó al líder de los White Stripes. A Jack White le gustaron tanto que le propuso ser su telonero. De ahí a Letterman y luego a petarlo, claro está. Tablas no le faltan. Baterías atronadoras y riffs frenéticos inundan este disco de punk rock y blues de la vieja escuela, digno de copar las listas de lo mejorcito del año.
9. Sharon Van Etten – «Are We There»
Dicen de ella que su voz recoge los ecos de la tradición folk aportando un mayor peso a su lado más introspectivo y personal. El caso es que Sharon Van Etten nos deja uno de los trabajos más bellos del año, no apto para nostálgicos con situaciones sentimentales harto complicadas. Sus letras se centran en los efectos derivados del desamor y las rupturas sentimentales. Indie folk de cosecha propia y delicadeza apabullante. «Every time the sun comes up I’m in troubleee…»
8. The Afghan Wigs – «Do to the Beast»
A comienzos de los noventa se empezó a hablar mucho de una banda de Cincinnati que sorprendía a propios y extraños por su particular sonido grunge con sofisticados toques de soul. Eran The Afghan Wighs, liderados por el talentoso Greg Dulli. De la mano de SubPop huyeron de etiquetas, cuidaron su imagen, se separaron, volvieron y se conviertieron en una de las mejores bandas de los 90 dejando para la posteridad trabajos tan formidables como «Gentlemen». Dos décadas después vuelven a escena con «Do to the Beast», un disco elegante donde exploran el lado oscuro de la vida y que contiene cortes de una calidad tan suprema como Algiers, Matamoros o Can Rova.
7. Foxygen – «And Star Power»
El mejor disco de psicodelia del año. Un apacible letargo de distorsiones y riffs cachondos. Los californianos suenan tan mísitcos como evocadores. How Can You Really, Cosmic Vibrations o You & I es su extravagante carta de presentación. Un álbum conceptual de nada menos que 24 temas y más de una hora de duración. Podría ser una de la primeras maquetas de Pink Floyd. Pero no. «And Star Power» es un ambicioso trabajo lo-fi que nos lleva al glam rock de los 70 de una forma original, sin copias baratas. Es ahí donde reside el secreto de los Foxygen.
6. Real Estate – «Atlas»
Basta con escuchar «Talking Backwards» o «April’s Song» para dejarnos llevar por el segundo largo de los de Nueva Jersey. «Atlas» es algo así como una bella postal de un paraíso perdido al que Real Estate consigue transportarnos a base de melodías nostálgicas de una innegable dulzura. Un disco tranquilo, delicado, inspirador y embriagador.
5. His Golden Messenger – «Lateness Of Dancers»
Quizá el disco folk más notable del año. Quizá el haber sido grabado en una casa abandonada de Carolina del Norte hace que «Lateness of Dancers» suene con una magia especial. A veces a soul, a veces a country y siempre entendido como un ejercicio tangible de letras imposibles y acordes que navegan en un inmenso mar de melancolía a bordo de un barco capitaneado por MC Taylor con esa voz de fumador veterano. Escúchese Lucia, Day O Day, el homónimo Lateness of Dancers o el sublime Mahogany Dread con el hammond de fondo. Que Dios bendiga al Hammond!!.
4. Perfume Genius – «Too Bright»
La perfecta evolución de la banda de Seatle liderada por Mike Hadreas. «Too Bright» es un arduo ejercicio de rock experimental, una especie de terapia musical que nos sumerge en el particular océano hipnótico del gran Hadreas. Un trabajo frágil, ecléctico, de corte intimista y belleza palpable. Lo comprobamos en temas como Fool, No Good o el subversivo Queen.
3. Wild Beasts – «Present Tense»
Sin duda la mejor sorpresa electrónica del año. «Present Tense» en un trabajo de una elegancia magistral producido por el gran Leo Abrahams y que nos deja tracks tan disfrutables como A Simple Beautiful True, Mecca, Wanderlust o el maravilloso Sweet Spot. Bellísimas melodías y geniales arreglos envueltos en un halo de reverbs y solos de guitarra que consolida a los ingleses como una de las bandas británicas del momento.
2. The War In Drugs – «Lost In The Dream»
Favoritos en todas las quinielas. Y no podría ser de otra manera. «Lost In The Dream» tiene un marcado sonido «springteeniano», unos sublimes efectos y un poso de melancolía perfectamente definido por los solos de guitarra que hacen que lo saborees lento, poco a poco, disfrutando cada nota y cada sutil matiz. Under The Pressure es uno de los mejores temas que han sonado en los últimos años y que difícilmente podría ser superado por ninguna gran banda del presente. Ninguna.
1. Arthur Beatrice – «Working Out»
Disco del año y uno de los mejores de la década (para una servidora). Los británicos ya nos habían adelantado material en 2013, pero no fue hasta febrero de este año cuando dieron a conocer su pequeña obra de arte en forma de álbum. «Working Out» tiene todo lo que uno espera de un nuevo disco: te seduce, te relaja, te entristece, te llena de rabia y de esperanza y te engancha de tal manera que cuando pasas un día sin escucharlo te sientes vacío. Dale una oportunidad, no te arrepentirás.
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Pequeños vencedores.
En el conflictivo mundo de las listas siempre se incurre en polémicas, suscitadas en su mayoría por la imposibilidad de unidad de criterios, buscar un quórum ordenado y universal es una entelequia. Al igual que no podemos decir que una manzana está mas buena que una salchicha , ni comparar a Rafa Nadal con Muhammad Ali.
La heterogeneidad dentro de nuestra publicación nos lleva a alinear a pequeños vencedores que saliendo de los criterios estilísticos predominantes tienen mucho que decir.
Sin mas procedemos:
Pallbearer – “Foundations of burden”
Un extraordinario ejercicio de don metal , lento y abrasivo , atmosférico y oscuro , disco lleno de matices que seduce en su escucha sin saturar , 5 cortes de 10 minutos de media que trascienden el genero para llegar a un publico mayor
YOB – “Clearing the path to ascend”
Otro gran disco de metal que junto con Mastodon nos acerca a una visión mas rasgada enérgica y con ramalazos de furia , las ambientes son mas pesados y asfixiantes pero la solución final de este trío nos muestra un grupo en estado de gracia ; su mejor trabajo.
The Bug – “Angels & devils”
Proyecto the Kevin Martin que se mueve entre el animal techno , hip hop , acid jazz y el dub; con alma punk y tentáculos electrónicos, este terrorista sónico cuenta entre sus colaboraciones para este proyecto con Death Grips , Gonjasufi y Red Kross , superando el listón puesto en London Zoo
Royal blood – “Royal blood “
Esta banda con una formación exigua, devuelve la tradición stoner al panorama actual, con su bajo electrificado y sin guitarras, dan una lección de actitud y recuerdan a los White Stripes mezclados con los QOSA cuando ya esas bandas no recuerdan ni a si mismos
Future Islands – «Singles»
Una colección de melodías pop perfectamente compuestas sobre una base synt con grandes dotes de genio y concisión; 10 temas casi perfectos con una épica solo ensombrecida por los bailecitos de su front man en directo.
Beck “Mornig phase”
El disco tranquilo de Beck resultante del exorcismo de sus demonios después de la muerte de su novia , es el mas monoestilístico y menos funk del angelino , no por ello una obra menor
Run the Jewels – «Run the jewels 2»
Disco de Fat Mike y EL-p como dúo , llevando un paso mas sus sonido electrónicos saturados de dub firmando un trabajo conciso y efectista , en un año en el que los clásicos , Dilated Peoples y Chuck D de Public Enemy firman discos de hip hop old school y que Onyx y School Boy Q, se perfilan como la nueva línea; el gordo Mike y su productor dan un golpe en la mesa y se llevan la corona
Les Ambassadeurs – “Les ambassadeurs del hotel de Bamako»
Obra de Salif Keita , Ambadou y Chick Tidiane Seck , que nos lleva a la época en que las bandas de Mali se disputaban el honor de ser la que mas hacían bailar a su público, rival de la Rail Band ( en la que también estuvo Keita ) amenizaban las llegadas de los trenes allá por el 73 , un lujo de reunión y un bonito proyecto.
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