No será la primera vez que iremos a ver una banda y nos
vayamos a casa con la sensación de haber disfrutado tanto o más con los propios
teloneros. Ayer nos ocurrió algo parecido en uno de los conciertos que este Otoño
nos presentaba el ciclo SON Estrella Galicia en colaboración con Holy Cuervo. No
fue por demérito de Girls Names, la banda de Belfast que con su potente sonido
de guitarras, marcada percusión y una estética algo oscura de temática IRA muy de “En El Nombre Del Padre” y de pub británico
controvertido saliendo a hostia limpia modo “Trainspotting”, nos dejó un muy
buen sabor para los que aún no les habíamos degustado en directo por nuestro
país. En este caso, fue el buen hacer de una banda madrileña llamada Baywaves el
auténtico valor añadido de una velada como la de ayer. Un aperitivo que supo a
gloria.
vayamos a casa con la sensación de haber disfrutado tanto o más con los propios
teloneros. Ayer nos ocurrió algo parecido en uno de los conciertos que este Otoño
nos presentaba el ciclo SON Estrella Galicia en colaboración con Holy Cuervo. No
fue por demérito de Girls Names, la banda de Belfast que con su potente sonido
de guitarras, marcada percusión y una estética algo oscura de temática IRA muy de “En El Nombre Del Padre” y de pub británico
controvertido saliendo a hostia limpia modo “Trainspotting”, nos dejó un muy
buen sabor para los que aún no les habíamos degustado en directo por nuestro
país. En este caso, fue el buen hacer de una banda madrileña llamada Baywaves el
auténtico valor añadido de una velada como la de ayer. Un aperitivo que supo a
gloria.
Estos últimos, a la espera del lanzamiento de un próximo EP,
nos convencieron desde su primer acorde. Psicodelia, surf, rock, bases pregrabadas
como soporte y canciones de larga duración que realzan la composición
instrumental con que la banda nos recuerda a otras de notable reconocimiento internacional como los australianos Tame Impala (especialmente es un último LP) o
incluso al pop ensoñado de bandas como Wild Nothing. A penas disfrutamos de 5 o
6 canciones y nos quedamos con ganas de más, como todo el público presente ayer
en la excesivamente luminosa Sala Sol.
nos convencieron desde su primer acorde. Psicodelia, surf, rock, bases pregrabadas
como soporte y canciones de larga duración que realzan la composición
instrumental con que la banda nos recuerda a otras de notable reconocimiento internacional como los australianos Tame Impala (especialmente es un último LP) o
incluso al pop ensoñado de bandas como Wild Nothing. A penas disfrutamos de 5 o
6 canciones y nos quedamos con ganas de más, como todo el público presente ayer
en la excesivamente luminosa Sala Sol.
Atentos a ellos.
Twitter: @JRGE09 / @LONGBRIT
