Quienes nos seguís regularmente, más de una vez en estos años nos habréis leído esa coletilla que solemos soltar cuando hablamos en algún momento de Death Cab For Cutie, eso de «Walla, el auténtico alma de la banda«. No es que tengamos manía al señor Gibbard, el otro líder de la banda y cara más visible, ni que tengamos envidia por sus noches de pasión junto a Zooey Deschanel, no. Es simplemente porque por mucho que quiera disimularlo, el sonido de su banda más reconocida, es una evidente muestra del talento de su guitarrista, compositor, productor y co-fundador, Chris Walla.

Walla, comenzó su trayectoria profesional a primer nivel, formando parte de aquella legendaria banda de Seattle llamada The Long Winters. Todo sucedía allá por finales de los años 90 y también fue en aquella época cuando el artista nacido en Bothelll (Washington) comenzara su aventura en Death Cab for Cutie. Allí tocaría la guitarra, escribiría buena parte de las canciones junto a Ben Gibbard y empezaría a hacer sus pinitos en la producción con un toque personal y muy reconocible. Grandes LPs nacieron bajo su manto artístico como fueran aquellos maravillosos «Picaresque» y «The Crane Wife» de The Decemberists u otros tantos que pueden haceros llegar a la idea de la magnitud de este gran genio en el que hoy ponemos nuestro acento. 
Títulos de bandas en los que aportó su conocimiento en la mezcla y producción como con The Lonely Forest, «Arrows» (2011), Someone Still Loves You Boris Yeltsin, «Let It Sway» (2010), The Thermals, «Personal Life» (2010), Tegan and Sara, «Sainthood» (2009), el debut de Telekinesis, «Telekinesis!» (2009), Mates of State, «Re-Arrange Us» (2008), trabajos de los ya desaparecidos e inolvidables Youth Group y sus «The Night Is Ours» (2008) o su más conocido «Casino Twilight Dogs» (2005) e incluso aquel «Forever Young» (2005) que sirviera después de sintonía para la serie The O.C.; también estuvo con Nada Surf y sus fantásticos «Lucky» y «The Weight Is a Gift» (2005) y con un sin fin más de EPs y LPs de los que tantos años llevamos hablando aquí en LONG BRIT.
Como os contamos, una referencia inagotable en la producción pero que a finales del pasado año nos dejó estupefactos tras recibir la noticia de que Walla ya no seguiría en los escenarios junto al resto de componentes de Death Cab For Cutie. 
Sus razones nada tienen que ver con el cansancio de una larga trayectoria o con desavenencias con algún otro componente del conjunto, no. Es la enormidad creativa y artística de Walla, consciente de una evolución o una muerte segura presa de la monotonía, la que le impide continuar. En sus declaraciones a Rolling Stone, así lo expresaba: «Oh, there is undoubtedly a line in the sand here. The position we’re in – it’s a blessing and a curse – is that people feel very strongly about the period of this band in which they got into us. We’re fighting against people who say ‘Why can’t you make a record like the one I heard when I was 20 years old?’ And the answer is we can’t. We can just move forward, and create a new period«.
Un nuevo período en el que él puede vuelva a lanzar un álbum en solitario o quién sabe… Lo único evidente es que Death Cab For Cutie tendrá un miembro menos en sus directos (parece no habrá reemplazamiento) y ello tendrá consecuencias lógicas en su propio sonido. Sonido que también vendrá marcado en esta nueva etapa de la banda ya que será este el primer LP en el que Walla no haya intervenido en la producción. ¿Bueno o malo?. Por lo pronto, tan solo estamos expectantes.

Para remate de sus declaraciones y ganándonos en una comparación y argumentos de gran peso, Walla habla de la evolución artística de la banda como un bien necesario e ineludible. ¿Es acaso que Gibbard se negó a ello?. Walla toma a Wilco como ejemplo… «I make no comparisons as far as cultural significance with this band, but I think about Wilco, and the changes they’ve gone through over the years, and how there have been moments in that band where people have left and you’ve thought ‘How are they ever going to continue? (…) I look at them and I think ‘We’ve lost a very talented musician, but there are other very talented musicians with new perspectives and new ways of looking at creating music… It’s on us to make this a good period.«

Pero Gibbard no tira la toalla. Asumiendo esta gran pérdida y en un último concierto emocionante junto a Walla (el pasado 13 de Septiembre en el Rifflandia Festival de Victoria en Canada), la maquinaria para esta nueva etapa ya se había puesto a funcionar. Rich Costey sería el nuevo productor de la banda elegido para la ocasión (notables sus trabajos junto a Frank Turner en su «Tape Deck Heart» y con Jane’s Addiction en «The Great Escape Artist»). Así lo contaba Gibbard: «Working with Rich exposed our strengths and weaknesses. This is the eighth record we’ve made as a band, and we’re all at-or-nearing 40 years old, so I was fearful we’d think we knew better than the producer on how we should sound, or how a guitar part should go, (…) But Rich was the kind of guy who will tell you ‘Yeah, that’s not working; you guys have to come up with something else.’ And that really united us. We were united by the idea of ‘Look, we want to make a really good record. We were all really excited to work with someone who could give us a new view of our band and the music that we make.» 
El bajo, Nick Harmer también comentaba en esta misma dirección: «It’s the first time I’ve ever been produced by an outside guy. We had to forge a relationship of trust very quickly; we knew he was going to push us into new territory, we were hoping at the end of it we’d still be recognizable.«
Así pues, el próximo Junio, en una nueva edición de NOS Primavera Sound en la amable Oporto, tendremos la oportunidad de ver qué nos ha preparado Gibbard en esta nueva etapa de la banda. ¿Un punto abrupto?, ¿hincapié en aquel continuismo que Walla criticaba?. Parece que esto último ha sido el resultado proclamado si bien, hay que destacar la esperanza con que los nuevos Death Cab For Cutie prometen volver a su viejo sonido de finales de los 90. Melodías más cercanas a sus primeros trabajos que parecen ser el leimotiv de su nuevo álbum, titulado Kitsugi. Largo del que ya conocimos un primer adelanto llamado «Black Sun» y ahora nos llega, desde hace apenas una semana, este magnífico «No Room In Frame».
Así pues, esperaremos a escuchar este trabajo al completo (salida prevista para el próximo 31 de Marzo) y poder sentenciar sin riesgo si Death Cab For Cutie sin Chris Walla a los mandos, sigue siendo una banda capital o un deslucido recuerdo de lo que alguna vez significaron para tantos de nosotros.

+info: http://deathcabforcutie.com/home/
http://fuckyeahchriswalla.tumblr.com/
twitter: @JRGE09 / @LONGBRIT