Aaron Dessner (The National) no dudó un momento en ser el productor de este primer ensayo con el que Eve Owen acaba de debutar: «Don’t Let The Ink Dry».

Este album debut es una colección de doce canciones muy bien cohesionadas, de fuerza contenida y que presenta un contenido entre la nostalgia y la esperanza. Un LP que es bastante difícil que desagrade a nadie, ya que aunque tu putrefacto odio se haya hecho al trap, regaeton o mierdas varias, la instrumentación templada y la voz de Owen, entra dentro de los cauces del pop alternativo, pero también del más accesible y radioformulable.
Y no por esto último, el disco pierde fuerza. En absoluto. Melodías folk con algún arreglo de piano y electrónica que abrigan la cálida voz de Owen a manos de Rob Moose (conocido por sus trabajos con Bon Iver) y Thomas Bartlett (quien ha trabajado con St. Vincent y Father John Misty).
Vulnerable y temible. así se presentan todas las canciones de un disco ciertamente homgéneo y donde no hay un corte que destaque muy por encima de los otros. Canciones de medio tiempo como «So Still For you» son una maravilla de canción que podría ubicarse en algún punto pretérito de la carrera de Sheryl Crow y otras como «Blue Bird» que parece una balada perdida en la discografía de The Cranberries.

Una artista a seguir muy de cerca. Buen ojo como siempre de los hermanos Dessner.
+info: https://eveowen.bandcamp.com/album/dont-let-the-ink-dry
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