Un año más vuelve a Madrid el festival de referencia en el mundo de los documentales musicales. Esta vez su programación nos ofrecerá una propuesta de películas con una mirada atemporal sobre la música, su inspiración, su creatividad y sobre la evolución social que los alberga.
Documentos sobre Leonard Cohen, Miles Davis, PJ Harvey, Kate Nash, Suede, John Lennon y cintas nacionales como el relato del viaje a Bolivia de Niño de Elche, en «Niños Somos Todos», o la historia de la corriente electrónica synthwave en «The Rise Of The Synths» de Ivan Castell.
In-Edit tendrá su programación entre los dias 30 de Octubre al 3 de Noviembre en los cines Cinesa Proyecciones de la madrileña calle Fuencarral.
Para nosotros, estos serán algunos de los documentos más relevantes:
Marianne & Leonard – Words of Love
Director Nick Broomfield
2019 | EE.UU. | 102 min.| VOSE
Retrato sentimental de Cohen que gira en torno al amor que nació en la isla griega de Hidra entre el cantautor y la artista noruega Marianne Ihlen. El binomio “genio-musa” adquiere aquí proporciones tan épicas como trágicas.
Dos años después de Whitney: Can I Be Me, Nick Broomfield (veterano documentalista conocido por sus trabajos sobre Kurt and Courtney y Biggie and Tupac), presenta su obra más personal. Una mirada a la vida íntima, profesional y familiar de Leonard Cohen a partir de su relación con Marianne Ihlen (a quien él consideraba su musa y dedicaría la canción “So long Marianne”). Una historia de amor que arrancó recién estrenada la década de los 60 en la idílica isla de Hidra, en el golfo Sarónico, y se prolongaría durante siete años de turbulencias. En Hidra la pareja se movería en el círculo de artistas congregado entorno al matrimonio de escritores formado por Charmian Clift y George Johnston, y el mismo Cohen estaría a punto de perder la cabeza escribiendo la novela Beautiful Losers antes de desestimar su carrera literaria y probar suerte en la música. Con pluralidad de voces e imágenes, Hornby (de joven, también amigo y amante de Marianne) retrata a un Cohen romántico, egocéntrico e inseguro. También expone los daños colaterales del sueño hippie y el “amor libre” (familias hechas trizas, gente que no supo o no pudo volver de tanto viaje de ácido) y perfila la personalidad de una mujer que quedó a la deriva (como tantas otras “musas” de la época), incapaz de dejar de adorar al poeta que la ama pero “no puede estar con ella”.

Ibiza – The Silent Movie
Director Julien Temple
2019 | Reino Unido | 91 min.| VOSE
Mitos, leyendas y realidad se entremezclan en una fascinante y corrosiva historia de Ibiza que se puede bailar. De la llegada de los fenicios al ‘paraíso new age’, de las bacanales romanas a los macrodiscotecas y el ‘balearic beat’.
Sólo Julien Temple podía contar así la historia geopolítica y cultural de la isla más loca del imaginario europeo. Nadie habla a cámara y no hay voz en off, de ahí lo de “película muda”. El filme es un mosaico de imágenes de archivo, carteles explicativos, dramatizaciones históricas y retales de películas y animación al ritmo de una sesión de Fatboy Slim, asiduo de la isla durante la “invasión inglesa”. Los jocosos e intencionados anacronismos son un no parar: el himno house “Promised Land” de Joe Smooth da paso al desembarco fenicio; la diosa Tanit de la era cartaginesa luce aún en carteles de negocios locales; las tropas romanas arrasan con todo vestigio fenicio y cartaginés mientras atisban la llegada de vuelos ‘low cost’; los promotores hoteleros de nuestro tiempo invaden la costa y hacen trizas una necrópolis para no paralizar las obras; de las bacanales romanas saltamos a los megaclubs como Pachá, Ushuaïa o Amnesia, atestados de turistas y traficantes ingleses; el sistema de pozos que legó la dominación musulmana nos remite a la crisis del agua por sobrexplotación turística; el dadaísta Raoul Hausmann ve un posible refugio para cierta bohemia en la misma isla donde el dictador Franco huele negocio turístico o la familia Matutes levanta su imperio. Y así –con continuos saltos temporales, temas de Pet Shop Boys, Primal Scream, ‘balearic beat’ e incluso Bez, el bailarín de Happy Mondays, disfrazado de Bes, dios egipcio del amor y el placer– avanza un filme gamberro y bailable que parte de una tesis devastadora: “la que una vez fue la oveja negra de Europa, atrayendo a disidentes y balas perdidas, ahora es el refugio del 1% que posee el planeta, donde la espiritualidad y las puestas de sol se convierten en dinero”.
Si me borrara el viento lo que yo canto
Director David Trueba
España / 89 min. / 2019 / VO
La reveladora historia del cantautor Chicho Sánchez Ferlosio y de su disco clandestino Canciones de la resistencia española, de 1963, que se convirtió en un símbolo antifascista en Escandinavia, Latinoamérica y Alemania del Este.
En verano de 1963, dos estudiantes suecos viajaron hasta Madrid con un magnetófono adosado a los bajos del coche. Su objetivo: grabar a escondidas canciones de Chicho Sánchez Ferlosio. La terrible represión de las huelgas de los mineros asturianos y la ejecución del militante comunista Julián Grimau habían tenido mucho eco en Europa, recordando la anomalía que suponía la persistencia de una dictadura “nacionalcatólica”. Aquella grabación clandestina, con canciones como “Gallo rojo, gallo negro”, “A la huelga” o “Canción de Grimau”, llegó a Estocolmo y se editó anónimamente, cosechando un gran éxito en círculos antifascistas de toda Escandinavia y Latinoamérica. Este sobrio, efectivo y revelador filme de David Trueba nos transporta mediante excelentes anécdotas y recuerdos indelebles a una España en blanco, negro y gris. Y nos descubre el hombre tras aquellos “himnos” que muchos erróneamente tenían por canciones de la Guerra Civil: el hijo díscolo del escritor Rafael Sánchez Mazas, fundador de Falange española, coautor del “Cara al sol” y acuñador de la consigna “¡Arriba España!”. Los recuerdos de su ex esposa, la traductora y productora Ana Guardione, el periodista Máximo Pradera (sobrino del cantautor) o el poeta Jesús Munárriz (amigo y compañero musical en los años universitarios), dibujan la personalidad “ocurrente, chispeante e imprevisible” de aquel joven con un historial abundante en expulsiones de colegios y denuncias por blasfemia que se significó en el movimiento universitario antifranquista, pasó del comunismo a posturas ácratas y compuso un buen puñado de piezas consideradas canciones populares, probablemente “el mejor elogio que se le puede hacer a un artista”.
The Rise Of The Synths
Director Iván Castell
2019 | España | 90 min. | VOSE
Historia coral del synthwave, corriente electrónica subterránea inspirada en las BSO y en el imaginario de los 80 que, gracias a Drive y Stranger Things, ha permeado el mainstream y ha hecho que una generación de músicos sienta nostalgia por tiempos que no vivieron.
John Carpenter es aquí poco menos que un dios. La voz y la obra del autor de películas y bandas sonoras como Rescate en Nueva York, Están vivos o El príncipe de las tinieblas sobrevuelan todo el metraje como referente unánime para artistas synthwave de todas las edades. Sus espartanos y atmosféricos sintetizadores marcan el camino a los incontables entrevistados en media docena de países: proyectos como Vallerie Collective, 80s Stallone, Carpenter Brut, Miami Nights 1984, Perturbator o el leridano Nightcrawler. Entre todos ellos trazan diferentes maneras de entender una subcultura eminentemente postmoderna (un pie en el pasado, otro en el futuro) que a mediados de los 2000 congregaba solo a docenas de usuarios de MySpace y se ha acabado colando en terreno mainstream, en gran parte debido al tema de Kavinsky para Drive y a la nostalgia ochentera de la serie Stranger Things. El documental ilustra ágilmente esa estética visual de fondos de geometrías sintéticas como sacados de la película Tron, tonos lilas degradados, neones rosas como en Blade Runner e omnipresentes skylines urbanos nocturnos. El surgimiento del synthwave se atribuye al hartazgo con el panorama musical que les ha tocado vivir y les ha hecho reapropiarse del pasado: italo-disco, tecnopop, krautrock, heavy metal, las bandas sonoras de Moroder, Tangerine Dream o la sintonía de Jan Hammer para Miami Vice y referentes más cercanos como Daft Punk y Justice. También formulan interesantes reflexiones acerca de su rechazo a la industria musical tradicional, su apego por el anonimato, la nostalgia por una época que muchos no vivieron, el sentimiento de comunidad y el peligro de que el synthwave muera de éxito.
David Bowie: Finding Fame
Director Francis Whately
2019 | Reino Unido | 91 min. | VOSE
Sección: Etnia Barcelona presenta La Mirada
El período iniciático de Bowie, desde 1962 hasta la “muerte” de su alter ego Ziggy Stardust. Grupos mod, mímica, commedia dellarte, psicodelia y music hall: las experiencias que forjarían la personalidad de un icono global.
¿Qué contar de Bowie que no se haya contado ya mil veces? Pues su largo y laborioso camino al éxito. Años de formación y aprendizaje, desde sus primeros pinitos en 1962 en bodas y encuentros escultistas hasta 1973, cuando escenificó en directo la muerte de Ziggy Stardust. Una época por la que otros documentales pasan de puntillas. En esta producción de la BBC, vemos cómo Bowie trabaja a destajo para abrirse paso en el mundo de la música compitiendo con los mismísimos Beatles, hace y deshace bandas y se embarca una larga lista de ensayos/errores que le acaban llevando a la cima. Su temprano paso por varios grupos mods que no consiguieron el hit soñado, los vaivenes de su carrera ya en solitario con influencias del folk, la commedia dellarte, la mímica, la fiebre psicodélica y el music hall, su consolidación en 1969 con Space Oddity. Todo se relata aquí de forma ágil y ordenada a partir de material de archivo (parte de él inédito), entrevistas con músicos, artistas y parejas sentimentales que se cruzaron en su vida durante esos años, así como la propia voz en off de Bowie. Además, a partir de su fría y oscura vida familiar, también aventura una lectura psicológica del genio de Brixton que ya de adolescente era todo ambición.
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