«Pero,
¿qué pequeño trastorno
de circular pensamiento
sobre nuestras cabezas?»
El jerezano, recientemente nominado a los Goya (galardón a «música original» en la película Grupo 7), lanzó a finales de enero a través de Ernie Records un disco redondo, que no ha pasado desapercibido para nadie que ame la música, especialmente si ese alguien gusta de producto nacional, ese que tanto se dice que escasea, pero que sin embargo, siempre sorprende.
Pequeños Trastornos Sin Importancia se destapa como un disco complejo pero a la vez necesario; en una época en la que la libertad está tan cuestionada en todos los órdenes de la sociedad, el LP se resuelve como una oda a la desinhibición, al instinto, a la supervivencia y a la propia raíz de cada individuo. Parece que el jerezano, tras cuatro discos de estudio (2004, m.o.s; 2005, Las Leyes Del Equilibrio; 2008, El Espectador; 2010, Herida Universal) y un largo proceso de búsqueda que engloba proyectos como Fantasma #3 (con Sergio Vinadé y Pau Roca), Strange Fruit, o el ampliamente loado El Hombre Burbuja, ha encontrado por fin de una manera brillante su terreno de maniobra y a la vez, su zona segura.
Y es que el disco, a través de diez temas define a la perfección las inquietudes y los pequeños trastornos sin importancia (parafraseando al gran Julio, todo sea dicho) que en una escala de valores nunca pensamos que puedan ocupar una posición no sólo tan importante, sino que a largo plazo nos van a definir como personas. Grandes personas, como con las que se ha rodeado Julio, que sin ser un LP de colaboraciones al uso, se integran perfectamente en cada tema formando parte de la propia música, creando una sinergia perfecta en absolutamente todo el álbum.
Ainara LeGardon, Anni B. Sweet, Xoel López, Josephine Frances, Miren Iza, o Bunbury son artistas que no requieren de presentación, y su presencia en el álbum sobre el cuál hoy estamos escribiendo es maravillosa, lacónica y perfecta.
Puede ser uno (y lo será) de los eventos del año, de lo poco que llevamos de 2013 y de lo que queda. Simplemente, gracias.