True Music Festival.
Si os contamos que la primera jornada del Ballantine’s True Music Festival había sido perfecta, la segunda jornada del sábado superó incluso todas nuestras expectativas. De nuevo tocaba organizarse para poder ver el mayor número de grupos posible teniendo muy en cuenta que habría muchos grupos que se solaparían. Por eso, la preselección y posterior organización son claves en este tipo de formatos. Si hay una artista que teníamos muy claro que no nos queríamos perder ésa era Joana Serrat. La cantautora de Vic ofreció un recital intimista, dejando el pabellón muy alto y demostrando por qué es una de las artistas de la última hornada independiente con más talento y sensibilidad sobre el escenario. 
Joana Serrat
En su último disco, Cross The Verge (2016), Joana se adentra en las raíces del folk americano y así nos lo transmite, con absoluta belleza, en su directo. En cada estrofa, en cada suspiro. Nos dejamos conquistar por temas como «Green Grass» o «Cloudy Heart». Joana es el diamante que Howard Bilerman (productor de Arcade Fire entre muchos otros) se ha encargado de pulir con mucho esmero. El resultado es sencillamente genial. Casi al mismo tiempo, en el Teatro Barceló, otros catalanes, en este caso Manel, ponían a bailar al personal desgranando su Jo Competeixo (2016). Un 10 para los de Barcelona. Junto al de Joana Serrat, su directo fue de lo más reseñable de este sábado. Se sucedieron algunos de los temas más desenfadados de este último disco como «Serotonina», «BBVA» o la melódica «M’hi vaig llançar», para cerrar con la enérgica y divertida «Sabotatge». Todo encaja a la perfección en la banda liderada por Guillem Guisbert, que desprende personalidad a raudales y que, ellos sí, engrandecen a una lengua. Después de Manel era el turno de escuchar a los suecos The Royal Concept que no decepcionaron con su indie pop bailable y entusiasta. Mucho bailoteo y el buen ambiente de la sala ponían la guinda a media tarde. 

El Columpio Asesino era una de las grandes apuestas de la noche y consiguieron llenar la sala But en un directo que podríamos calificar de bastante flojo. Algún lapsus del técnico de sonido hizo que el recital de los navarros no sonará todo lo bien que esperábamos. Aun así, nadie pudo resistirse a darlo todo con su hit «Toro» que ya traspasa fronteras: Te voy a hacer bailaaar toda la nochee…!
Miss Cafeína era sin duda otra de las bandas must see del festival. Es por ello que el aforo de la sala Costello se quedó tan pequeño que nos tocó cambiar de planes y hacer un break antes de disfrutar de otra de las grandes sorpresas de la jornada: Carlos Sadness. El catalán estuvo brillante. Sus directos se han convertido ya en una fiesta en la que todo el mundo baila, canta, ríe, se desinhibe y se deja llevar por el buen rollo que transmite su indie pop. Carlos lució pelaso y no dudó en marcarse un trap versionando a Drake. Muy top. 

Llegaba el momento de pensar cómo cerrar la noche y la elección no pudo ser mejor. Nos dirigimos hacia el Círculo de Bellas Artes donde el ambiente estaba de lo más animado bajo las mezclas de Eme Dj. Una organización brillante, un ambiente insuperable y como único «pero» las colas que se formaron a la entrada de algunos conciertos por el aforo. Por lo demás, solo podemos atestiguar que Ballantine’s True Music festival es posiblemente el festival que estaba necesitando Madrid. Esperamos ya ansiosos una segunda edición. El próximo invierno, ¿quizá?