El pasado sábado en la sala Thundercat Club (conocida en
mayor o menor medida por sus conciertos y Jam Sessions semanales), tuvo lugar
un doble concierto de dos grupos presentando sendos discos, bajo el paraguas
del colectivo cultural Animal Iceberg. Esta agrupación, proyecto en sí muy
interesante,  se define como “responsable de la gestión y comunicación de
proyectos musicales y artísticos autoproducidos con cariño y creatividad.
Buscamos una manera distinta de conectar la música con otras disciplinas y expandir
su capacidad emotiva y social.
http://animaliceberg.com/
El primero de los grupos, Spheniscidae:
Los pingüinos (familia
Spheniscidae, orden Sphenisciformes) son un grupo de aves marinas, no
voladoras, que se distribuyen únicamente en el Hemisferio Sur, sobre todo en
sus altas latitudes.

Spheniscidae, «Nuevo Espacio» (2015)
Tras esta didáctica introducción, simplemente comentar que
este grupo valenciano, que cuenta en su haber ya con dos discos (La Historia Inempezable,
2012; y Nuevo Espacio, 2015), realizó un concierto presentación impecable. Las
tablas que demuestran Íñigo (voz y guitarra) y Alejandro (guitarra), los dos
líderes del grupo, pueden inducir a pensar que es un grupo muy maduro, cuando
la realidad es que no pasan de los 25 años cada uno.
Es un grupo cuya principal seña de identidad es la propia
voz de Íñigo; en ocasiones, junto con letras  resentidas y con
toques de amargura. En otros momentos, invita al optimismo y a desechar la idea de una
vida de mierda. La gravedad de la voz se funde con las guitarras,
sobresaliendo en momentos clave, y dejando temas en el recuerdo como Nuevo
Espacio
(que le da título al disco), Batallas ganadas que no sirven de nada, Te
llevo
o Preguntas frecuentes.
Spheniscidae (Foto: Pablo Quejigo)
No sabríamos decir a qué grupo nos recuerda. Y eso es bueno.
Entre sus influencias, cuentan con The National, Nueva Vulcano o Standstill.
¿Qué más se puede pedir? Pues que Íñigo y Alejandro cuentan con un proyecto
paralelo, más folkie y cantado en valenciano, llamado Geographies, a quienes
has podido ver recientemente en el MBC Festival, o en Madrid junto con MaxSecreta con motivo de la presentación del colectivo cultural Animal Iceberg.
Spheniscidae (Foto: Pablo Quejigo)
Una vez hecha la presentación de este disco, tocaba el turno
de Monteavaro. Ya puedes vivir en Madrid, Barcelona, bajo una piedra o en la
Antártida, que seguro que el nombre te suena. Y es que es muy difícil no ser
uno de los muchos billones de humanos que pueblan este planeta y no haber
recibido una invitación o una petición de Me Gusta a su página de fans de
Facebook. Con un modelo de marketing digno de entrar por la agencia de Don
Draper o de enterrar a su creador a cien metros bajo tierra, Monteavaro
finalmente ha sacado un disco. Y el disco es bueno (no como el leóncomegamba).

Monteavaro, «Contra» (2015)  [Portada diseñada por Héctor Jurado]

Está claro que ese chaval al que en ocasiones llaman Sergio, que desgañitaba hits como Tierra de Xoel o Space Oddity de Bowie a partes
iguales entre openmics y pubs de Madrid y Londres, y que una vez tomó la
alternativa musical en el mítico pero desaparecido Boom!, tiene un mérito
tremendo. 
Para empezar no está mal, ha dado empaque a una idea y la ha
convertido en un LP muy prometedor. Para acabar, ha conseguido lo que cada vez menos discos producen: que nos guste (aunque sea un poquito) con la primera escucha.
Monteavaro, (coma), se ha rodeado de un gran talento y de
experiencia a partes iguales. Por un lado, vemos a Adrián Martín (ojo con su
proyecto paralelo con Los Nastys, Black Maracas), un guitarrista tremendo que
es puro rock. Sus movimientos Morrisonianos, con su característica pashmina,
hace que el viaje en el tiempo pueda ser algo posible. La experiencia la aporta
Santi Allegrett, bajista, y Raúl Santos, ex-batería de Los Planetas y Najwa, cuya
marcha del grupo se anunció en medio del concierto.
Monteavaro (Foto: Pablo Quejigo)
¿Y qué es Monteavaro? Mejor no le preguntes a él, porque te
dirá que no lo entenderías porque todo lo que has escuchado en español es
mierda hasta el lanzamiento de su disco. Siendo menos pretencioso, se puede
decir que Monteavaro es un grupo de indie-pop-rock cantado en español, contando
entre sus influencias con Alex Turner, los Strokes y en general, con la nueva
hornada dosmilera de grupos rock revival que vivimos hace unos años.
En su recién lanzado (producido y mezclado por el propio
Raúl Santos) disco Contra se pueden encontrar temas de todos los colores. Desde
el ligero jugueteo con la psicodelia en Bendita S., hasta su principal
influencia strokiana en Coma, temas musicalmente sobresalientes con grandes
letras como El rey en su funeral, pasando por temas cuyo estribillo se te
pegarán hasta que acabes desquiciado, en su lado más pop pero sin dejar de lado
sus influencias (Contra, Coma, ELA).
Monteavaro (Foto: Pablo Quejigo)
Si ya de por sí el resultado del disco nos convence, en
directo gana en presencia, aunque en alguna ocasión pueda resultar algo plano
el resultado, debido en parte a lo bien que fluyen unos temas con respecto a
otros. Y desde luego, había una sensación flotando en el ambiente entre el
centenar de asistentes que fuimos al evento, y es que Monteavaro no
desentonaría en cualquier cartel de los miles de festivales que hay cada verano
en nuestro país. Acostumbrados a ver tantísimos grupos que surgen de la nada, y
que casualmente a través de un padrino o una multinacional los tenemos hasta en la sopa, disponer
de rock en castellano con encapsulado independiente (no queremos seguir viendo
grupitos con etiqueta indie que son más poperos que El Canto del Loco en 2002!!)
le insufla algo de aire a la escena musical española.
Monteavaro (Foto: Susana Díez)
Eso sí, tampoco os penséis que Monteavaro ha reinventado la rueda,
pero lo bueno es que tampoco nos lo pondrán en los 40 o nos bombardearán en la tele
con el cierre de gira en el Palacio de los Deportes. Por eso Monteavaro es
Monteavaro (por ahora, y a falta de que sus 20000 fans de Facebook le compren el disco). 
Quien avisa no es traidor… 
Puedes escuchar a Monteavaro en Spotify pinchando en este enlace.
Monteavaro (Foto: Susana Díez)