Resulta frustrante regresar de un festival y darte cuenta de que te has perdido muchos y muy buenos conciertos por meros problemas logísticos. Pero más frustrante resulta aun no poder expresarlo con palabras y contarlo a todos aquellos que no habéis asistido, así que he decidido centrarme en los auténticos protagonistas de lo que fue la primera jornada del Festival Low Cost.
A eso de las 12 de la noche, Editors se alzaban en el escenario Budweiser y he de reconocer que las primeras sensaciones fueron buenas, buenísimas. Gran parte de los allí presentes no parábamos de vociferar jactanciosamente la mayoría de los temas de un grupo que ya es capaz de figurar en mayúsculas en cualquier buen cartel que se precie.
Pero a medida que avanzaba el concierto y el vozarrón de Tom Smith se apagaba por momentos, me fui  dando cuenta de que la cosa no pintaba muy bien. Los problemas acústicos jugaron una muy mala pasada a esta primera edición del festival levantino. El peor momento de la noche fue sin duda cuando Smith, con ese inconfundible carisma que a esta alturas ya le ha hecho grande entre los grandes, se sentó al piano para interpretar la majestuosa balada «No sound but the wind«, y por «¿inevitables?» motivos técnicos el sonido FALLÓ y el concierto se tuvo que parar durante unos minutos. No sé si definirlo ya como una pena o una desgracia, porque estoy convencida de que a más de unos cuantos se nos hubiese soltado la lagrimilla….

Llegado a este punto, y como fan incondicional de Editors, me pregunto ¿no es exigible que una banda de su calibre pueda ofrecer un concierto cuasiperfecto? ¿Acaso no es su trabajo velar por los intereses de sus seguidores? ¿Hemos recorrido tantos kilometros para llegar a un escenario y que falle la acústica? ¿Es justo esto? Si no es así, ¿quien tiene la culpa? ¿la organización?, ¿la propia banda?
Pese a los problemas de sonido, «The Racing Rats» le pone las pilas hasta a un muerto asi que era de esperar que toda la multitud empezase a botar al ritmo de los golpes de guitarra. «And has a start«, “Bones”, “Bullets”, “Blood” y “Munich” fueron otras de las joyitas que nos tenían preparadas los de Birmingham. Y luego llegó como no uno de esos hits que se te meten hasta lo más profundo de las entrañas hasta conseguir ponerte los pelos de punta: «Smokers outside the hospital doors«, también como era muy de esperar, no decepcionó ni un ápice a un público más que entregado. Pero quizá «Papillon«, a modo de cierre, fue muy presumiblemte unos de los mejores temas del directo.
Después de Editors subieron al escenario The Raveonettes. Su concierto fue correcto, sin más.
Y después de ver a Raveonettes nos trasladamos hasta el escenario XTI donde actuaban los Niños Mutantes. Muy buen concierto de los granadinos con un llenazo total, donde presentaron los temas de su último disco “Las noches de insomnio”.
Este fin de semana Benidorm ha sido invadida por miles de modernos y yo he vuelto a Madrid despidiéndome de la aventuras con mis amigos y de todos los increíbles momentos que se pueden llegar a vivir en un festival, pero con la certeza de que aun nos esperan muchas y muy buenas ediciones de Low Cost. Hasta el próximo!