A finales del pasado año muchos medios recogían datos esperanzadores y sorprendentes en cuanto a las ventas de vinilos en la industria musical. Sin ir más lejos, en Reino Unido, el diario The Telegraph y el BPI Official Charts Company sacaron a la luz las cifras que manifiestan el auge de este consumo resucitado: «las ventas musicales de vinilos este año (2013) supera la de los últimos 15 años, lo que supone un 101% más con respecto al año anterior«. No sólo se quedó en eso sino que en las encuestas relacionadas con este estudio se llegaba a afirmar que «9 de cada 10 compradores de vinilo dicen que es su formato de música preferido«. A día de hoy los vinilos representan el 0,8 % de todos los álbumes vendidos en el Reino Unido, cuando hace 6 años, en 2007, representaba sólo del 0,1%. Aún cifras bajas pero con un crecimiento realmente significativo. El dato de Amazon a nivel mundial era aún más demoledor ya que aseguraba que el aumento de las ventas de los vinilos de 180 gramos había crecido un 745% desde 2008!.
Estas cifras tan optimistas contrastan con noticias que nos dejaron un poco fríos en nuestro país a primeros de este mismo año. Hablamos del inminente cierre de una empresa histórica en nuestro país como Iberofón.
Creada en 1959 en un piso de la calle Santa Engracia de Madrid entre un grupo de amigos montando tocatas,  casi 56 años después y con 134 trabajadores en su fábrica de Coslada donde se trasladarían años después, esta empresa no esquiva el mal momento de un país y de un sector económico que aún sigue esperando brotes verdes.
Tras la compra en 2006 por parte de la multinacional Bertelsmann, Briofón (después renombrada como «Arvato Digital Services») acumula un balance lleno de pérdidas según la matriz alemana, lo que lleva inevitablemente a su cierre. 
Pero la información que hemos podido leer estos días, nos advierte de algunas dudas sobre las declaraciones y finalidad del cierre establecido por la multinacional alemana que afirmaba que el cierre debía servir «para hacer ver a la gente que la piratería realmente tiene consecuencias«. 
Por otra parte, el Comité de Empresa y trabajadores acusan a los responsables de no haber tomado medidas para hacer viable la empresa cuando el año pasado facturó 621 millones de euros y las previsiones oficiales para este próximo ejercicio de 2014 son de 823 millones de euros; puede que un ajuste de gastos y personal, hubiera podido salvar el futuro de la fábrica según afirman sus propios empleados. Pero, ¿por qué no se tomó ninguna medida?. Seguramente no interesaba y ello no era debido a la debilidad del sector sino a una futura intención de trasladar la fábrica a algún otro país extranjero donde la mano de obra sea aún más barata. Más de 130 trabajadores se irán al paro (algunos allí desde casi cuando se fundó la empresa) y mientras, dos o tres felices porque hace tiempo cambiaron su sueño de «fabricar música» por una oferta de quien viene hablando otro idioma con un maletín lleno de dinero. Supongo que la ética y el esfuerzo, en algún momento, dejaron paso frente al dinero fácil de un nuevo comprador. Porque allí, en Coslada, es donde primero se empezaron a fabricar cds en España en el año 1987 y donde incluso el año pasado, se mantenía una producción bastante razonable (la Ley Wert les ayudó a la hora de tener que presentar los libros de texto con cds explicativos para la formación en escuelas y colegios). 
Trabajos de artistas como Julio Iglesias, Mecano, Estopa, Joaquín Sabina, Rosendo (su primer LP en solitario), El Último de la Fila, ediciones españolas de Guns N’ Roses, Nirvana… Vinilos, cds, cassettes, cintas VHS, Beta… Iberofón siempre fue algo más que un mero negocio.
Y ahora, ahora toca reinventarse entre el ingenio, los vacíos legales y los pequeños negocios que algún dia sueñan en convertirse en un medio de vida. Así surgen pequeñas iniciativas a través de la red como Kopyrecord, una empresa española amante del vinilo que nos ofrece la posibilidad de grabar una pieza única, con un cuidado proceso y mimando cada pequeño detalle, en formato vinilo con la música que tu quieras facilitarle en un simple cd. «No es lo mismo poner un CD que coger un vinilo, sacarlo de su funda, colocarlo en el plato, ver cómo gira y oír ese primer contacto de la aguja con el vinilo a la vez que empieza a sonar la música. Por todo ello apostamos por el vinilo«, comentan los responsables de Kopyrecord en su propia web.
Seguramente no tengamos la calidad del sonido analógico original de aquellas piezas musicales grabadas directamente en vinilo pero, también en El Corte Ingles nos venden vinilos que no son más que copias de sonidos grabados originalmente en calidad digital. Desde luego, podría ser esta una buena iniciativa para fomentar el uso del vinilo y que las cifras sigan creciendo dentro del volumen total de ventas y de igual manera, una buena posibilidad de hacer un regalo personalizado para una ocasión especial.

+info: http://www.kopyrecord.com/
http://www.arvato.es/inicio.html
twitter: @JRGE09 / @LONGBRIT