¿Qué necesita una obra para que se pueda considerar arte? La respuesta podría abarcar múltiples elementos, pero se podría resumir en tres principales: que logre conmover al espectador, que sea original y que tenga técnica. Y esto es precisamente lo que define cada álbum de Wilco. Desde el icónico Yankee Hotel Foxtrot, pasando por Sky Blue Sky o el homónimo Wilco [the album]. Vaya por delante que en este blog siempre hemos manifestado nuestra profunda admiración por los de Chicago lo que puede poner en entredicho nuestra objetividad con la banda.
Wilco pasará a la historia por ser considerada una de las mejores (sino la mejor) banda de rock del siglo XXI. Este mes regresan con el que es su undécimo disco de estudio titulado Ode To Joy (2019), otra maravillosa creación compuesta por 12 cortes que simbolizan la cara opuesta a la famosa Oda a la Alegría de Schiller. Un álbum no apto para todos los públicos, incluso para los más fieles seguidores de Jeff Tweedy y su banda.
Temas como Hold Me Anyway, White Wooden Cross o Love is Everywhere dan sentido a este nuevo trabajo que requiere de un considerable tiempo de escucha. Melodías tranquilas que abrazan a la nostalgia, a nuestros miedos y limitaciones pero que brillan con luz propia. Melodías también inquietantes por momentos, con cambios de ritmo o distorsiones que nos sacan de la zona de confort auditiva, pero que nos demuestran que, sin ser su mejor disco ni posiblemente situarse entre el TOP 5, los de Chicago saben lo que hacen y lo demuestran trabajo a trabajo a su fiel e incondicional público.
Puntuación: 8/10
Temas imprescindibles: Before Us, Love is Everywhere, White Wooden Cross