Se dió a conocer con su single “Everytime”, petándolo en las redes (más de 8 millones de reproducciones de su precario vídeo) cuando apenas había salido del cuarto de su habitación. 

Indiepop de ligera vagueza y sudapollismo que ahora llaman «bedroom pop» y con el que parece la música de Boy Pablo encaja perfectamente. Pese al origen chileno de sus padres, Pablo Muñoz es de Bergen (Noruega), ciudad a la que emigraron estos en los años 80. Allí, en una lánguida habitación donde apenas entra el sol por la ventana, surgió este proyecto DIY de un chico de apenas 20 años que sólo el tiempo decidirá si se convertirá en un suspiro de verano como fuera Avi Buffalo o en una realidad permanente dentro de la escena independiente.
Producto de su edad, las letras nos hablan de amores adolescentes, desafíos y esperanzas. Tópicos que no por ello dejan de funcionar a la perfección. Pero la sonoridad y las melodías tienen un mayor peso en la esencia de estos Boy Pablo. De hecho, asi se expresaba Muñoz en un medio extranjero: “I like making the music, to be honest…Now, I like to sing and write the lyrics. But at the time I wrote the EP, I didn’t like it. I just did it because I had to have some lyrics”.
Los Ramones, Blink-182,… influencias que curiosamente no se reflejan directamente en su música pero que él siempre cita cuando entra a contar anécdotas personales tales como que fue su padre quien en realidad le metió el gusanillo de la música al escucharle en su propia banda, Chilika. Una formación que en nada se parece a Boy Pablo, y donde Muñoz se acerca más a otras referencias evidentes del circuito actual como Mac DeMarco.
Les podremos ver en este próximo Primavera Club el Viernes 26 de octubre en Barcelona y al dia siguiente, en Madrid.
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