Rogue Wave es uno de esos grupos que alcanzan en poco tiempo la fama al otro lado del Atlántico, pero que en nuestro país tienen poco calado, debido sobre todo a que el tipo de música que tocan (una mezcla entre synth pop, power pop, californian pop, indie pop, loquequieras pop…) no tiene nada que ver con lo que está desembarcando en nuestras costas y está calando entre el público español. Aún así, Rogue Wave empezó desmarcándose en 2004 con Out The Shadow y en 2005 con Descended Like Vultures, ambos discos con muy buenas críticas. 2007 sería un año clave en la carrera del grupo; por un lado, sacan al mercado Asleep at Heaven’s Gate, con peor fortuna de cara a la crítica, ya que se les echa en cara haberse influenciado demasiado de grupos como Snow Patrol, aunque para sus seguidores el disco no desmerece en absoluto. Por otro lado tres meses más tarde del lanzamiento, uno de los componentes del grupo, Evan Farrell, murió trágicamente en un accidente doméstico. Las apariciones públicas de Rogue Wave decaen al máximo, hasta que este año, como ya adelantamos en Long-Brit, se deciden a lanzar su nuevo trabajo. Su nuevo disco, Permalight, se desvía hacia caminos menos ortodoxos para los muchachos de Oakland. Su primer single, Good Morning, podría pasar perfectamente por una composición de Death Cab For Cutie, aunque su potencia y su buenrrollismo nos acerquen más a California que a Seattle, y se aproxime peligrosamente a la frontera con los Pet Shop Boys. Otras buenas composiciones del disco, y que no tienen nada que ver en cuanto a estilo a su single, son I’ll never leave you, Stars and Stripes, You have boarded o Sleepwalker. Permalight es también una buena canción, pero ninguna de las mencionadas tiene nada que ver con el single, Good Morning… lo que me da a pensar que sea un posible reclamo de cara a un mercado que cada vez utiliza más sintetizadores. A pesar de que por un lado el disco no es malo, por otro lado lo encuentro tremendamente aburrido. Me da la sensación de que a Rogue Wave le ha pesado mucho el haber sido incluido en la banda sonora de series como The O.C., encasillándose ellos mismos en este tipo de música californiana, dónde es imprescindible cantar flojito, hacer coros y llevar camisa de cuadros, además de hacer lo más importante, melodías surferas que no desentonen en una fiesta salvaje un guateque tranquilito en Orange County. Me sigo quedando con los dos primeros discos de la banda.»Now we’re born again and all that remains is all that reminds us of the sound you’ve always known»