cerraron. Así de fácil. Hoy por hoy, a pesar de las miles de noticias que salen día tras día dando por resucitado el Lázaro Vinilo, sigue siendo deficitario el negocio de la típica tienda de discos.
Una guerra perdida de antemano, con la previsible evolución del mercado de distribución de música hacia soportes de distribución no físicos. Incluso el mundo del pinchadiscos, aislado atolón de CDs, Vinilos y grandes maletas, se ve amenazado por las nuevas mesas de mezcla con entrada para USBs, tarjetas de memoria y cada vez más interfaces entre la propia mesa y cualquier tipo de ordenador.
Los efectos los hemos ido notando progresivamente esta década. Pequeñas tiendas de discos que poco a poco dejaban paso a otro tipo de negocio en los barrios de cada ciudad. Grandes bibliotecas musicales en arterias de colosales urbes que también desaparecían, dejando un legado indeleble en la cabeza de melómanos y no tan melómanos. Un día están, y al día siguiente hay una tienda de ropa. Problema de espacio en lugares densamente poblados.
Pero donde no hay problemas ni de espacio ni de terreno, es en EE.UU y Canadá. Las tiendas de discos que no han podido sobrevivir ante la avalancha de plataformas digitales y la distribución de música en binario, permanecen en un letargo y una decadencia que dan testimonio de una época dorada ya pasada. El mismo esplendor con el que muchas fueron inauguradas en los movidos años 70, o en los eclécticos y camaleónicos años 80, envejece a la misma velocidad a la que crecen las bandas alentadas por el éxito instantáneo que asegura Myspace. La web Buzzfeed (via) ha recopilado las fotos de estas tiendas, unas cerradas y otras en período de liquidación de existencias. Las 40 fotos podéis encontrarlas pinchando en este enlace.
Ferndale, Michigan

Sunset Blvd, California
Clarendon, Virginia
San Francisco, California
LA, California
Boston, Massachusetts
Toronto, Canada