Siempre pensé que el Otoño respira un aire de romanticismo y nostalgia. En este tiempo, en el que las aceras se vuelven majestuosas alfombras de color ocre y dorado, cuando Madrid se arropa con su traje más preciado, muchos de nosotros nos sumergimos sin quererlo, en el intimismo de la música folk y de cantautor.
En este mismo sentido, Fernando Navarro, en su blog «La Ruta Norteamericana» publicado en la edición digital del diario El País, retomaba dicho asunto hace unos días: «De alguna manera, me parece la estación del año más inspiradora, como si fuera ese medio tiempo en una canción, un medio tiempo intenso y evocador«.
Así mismo, el periodista relataba cómo la llegada de tan idílica estación, le proponía escuchar canciones y artistas todos ellos con un denominador común, como decía Jeff Tweedy, frontman de Wilco, en su último directo en Madrid, «la belleza de lo triste».
Antonio Vega, Jackson Browne, Dawes, Van Morrison, Ryan Adams,… a los que yo añadiría: Neil Young, Simon & Garfunkel, Elliot Smith, Neutral Milk Hotel, Great Lake Swimmers,…y por supuesto, en el marco nacional, el magistral Quique González.

Un libro donde el cantautor madrileño queda retratado con diálogos brillantes. Un homenaje narrativo que igualmente consta de un notable material gráfico con el que podemos recordar todos estos años de lucha en la industria musical en el que Quique decició seguir su propio rumbo y pasó de ganarse la vida como animador en hoteles de Mallorca para turistas, a ser uno de los nombres imprescindibles en la música y letra de nuestra propia geografía.
En esta joya irrepetible, el artista, junto al autor, relata cómo fueron sus comienzos en esta industria y la larga travesía entre el éxito y la soledad. Un emotivo recorrido por su vida, sus pasiones, sus miedos, sus derrotas y sus triunfos como persona y como autor de algunas de las más nostálgicas y bellas canciones de la última década.
Canciones otoñales durante toda una vida y relatos de lo que pudo haber sido y no fue. Esa es la hermosura de la épica amarga que un tipo tan notable como esquivo me devuelve cada vez que el tiempo obliga a escondernos bajo los siniestros abrigos y coloridas bufandas.
Así es este Otoño emocional que cada año nos invade. Tiempo en el que el cambio se debiera afrontar con alguna de estas canciones, algunos de estos artistas como banda sonora e instrumentistas de fondo que aliviaran nuestro pesar. De cualquier manera, bienvenidos sois todos, algunos hacía ya tiempo que os andábamos esperando…
Y te ví bailar bajo la lluvia
y saltar sobre un charco de estrellas
te ví bailar bajo la lluvia
esperando la luna llena.
Volverás a reirte de veras
cuando creas que estás perdido
volverás a reirte de veras
si te quedas conmigo…
«Bajo la lluvia» – Quique González
twitter: @JRGE09