El local conserva en gran parte la decoración del muy antiguo Gallo de Oro, garito en la trasera del Chicote que existía antes de que los dueños actuales lo reabrieran como Cock hace ya más de 20 años. De esos locos primeros años, la segunda mitad de los 80, queda un rastro de crapulismo ilustrado y una colección creciente de cuadros dedicados por artistas habituales del bar (como Cesepe, Fernando Valero o incluso Francis Bacon en su día), la mayoría expuestos en el pasillo de camino a los baños. Aperitivos y Cocktails dulces como el Amaretto Sour‚ el Pisco Sour (más agridulce) o el Long Island Iced Tea‚ ninguno de ellos en la carta, sólo para los muy conocedores del local. Si tienes marcas favoritas, no tienes más que elegir entre la muy amplia selección de rones, ginebras, vodkas, whiskeys, licores y brandys de la casa. Barman y encargado desde hace casi una década es Javier Rufo, un profesional al que le gusta su trabajo. Normas antipáticas marca de la casa: nada de fotos ni pantalón corto y las mesas reservadas son para grupos de 6-10 personas o para clientes de la casa. La música cambia cada día con los pinchas‚ pero sólo aquí puedes escuchar al gran Charlie Mysterio a los platos una vez a la semana‚ que lo mismo se marca un chotis que el «What´s your sign?» de Alex Chilton. El secreto mejor guardado: el pasadizo de la chimenea que conecta con el Chicote, da para horas de diversión. Si buscas tomarte un cóctel sentado con algo de picar y sin esperas, ve por la tarde o entre semana. Los fines de semana por la noche el ambiente es más de bar de copas, hay cierta aglomeración, serias dificultades para encontrar mesa y música más animada, como es lógico. Y si el cajero no os atiende una noche de viernes no se lo tengais en cuenta: el cajero tampoco atiende la barra por regla. Esperemos que os guste. (c/ Calle de la Reina,16. Junto a Gran Vía.) (By JRGE)