Con un empaste de voces que toca la perfección y movíendose por esta con absoluta naturalidad, Jess Wolfe y Holly Laessig debutan con un magnífico álbum titulado “Wildewoman”.

Lucius, así se llama esta nueva banda, dispone un pop de fuerza constante, embriagador y que disfrutaremos en un sin fin de momentos contrapuestos, tanto cuando el desamor nos hiera así como cuando lo único que tengamos en la cabeza sean ganas de fiesta y alejarnos de esta realidad.
A las dos de Brooklyn, Wolfe y Laessig, se les unen Danny Molad, Peter Lalish y Andy Burri para confeccionar un quinteto de simpáticas guitarras, bajo y percusión. Un poco de hand-clapping, brillantes vocales y un poco de sonido 60s terminan por hacer de este Wildewoman, un producto redondo y fácilmente comercializable, de fácil escucha. 
A veces pop cercano al funky, a veces Motown y soul. Una idea clásica pero con un nuevo concepto y matices que por momentos nos recuerdan a bandas como Mynabirds o Minor Alps. “Turn It Around”, “Hey, Doreen”, “Until We Get There”, “Two Of Us On The Run”, todas canciones con un entretejido común pero cuyo abanico de géneros van desde el RnB hasta el pop clásico de un Liverpool de otro tiempo. 
El pop melódico nunca pasó de moda y este álbum, no deberías dejarlo pasar. Haz caso.

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