Ayer mismo, Diego Apesteguía recibía el premio al Emprendimiento en los Premios Nacionales de Artesanía que entregaba el Ministerio de Economía. En su debe, la habilidad de mezclar técnicas modernas con la artesanía más tradicional, un arte al servicio de la recuperación de la imagen más cuidada (y olvidada) de nuestras ciudades posibilitando la rehabilitación de muchos de los carteles de los locales comerciales que habitan en nuestros barrios y que en las últimas décadas casi han desaparecido ante el abuso de franquicias y el desgobierno de las alcaldías. 
En Madrid, locales como La Bicicleta Café, El Perro y la Galleta, La Duquesita Pastelería, Cervezas La Virgen… todos estos locales tienen algo en común: los rótulos que dan la bienvenida a sus clientes están hechos a mano, recuperando las técnicas tradicionales del pan de oro, el grabado de vidrio o la pintura con esmaltes. Todos ellos son obra de ‘Rotulación a mano’ cuyo artífice Diego Apesteguía ha sido capaz de crear piezas visuales únicas y artísticas que aportan valor no solo a sus clientes sino también al espacio arquitectónico y visual de las ciudades.   
Estas semanas coinciden en el panorama cultural madrileño dos exposiciones clave para entender el pasado de la artesanía y su resurgir actual. Por una parte, la Fundación March acogerá la primera gran muestra en nuestro país sobre William Morris y las principales figuras del movimiento ‘Arts and Crafts’, una nueva generación de arquitectos, diseñadores, artistas y artesanos que surgió como respuesta a los efectos de la industrialización en las condiciones sociales y laborales del Reino Unido, reivindicando el valor de las artes y los oficios. 
Por otra parte, el Palacio de Gaviria expondrá una gran retrospectiva sobre el pintor y artista decorativo Alphonse Mucha, que elevó el cartelismo y la publicidad al nivel del arte y rompió la barrera entre lo artístico y lo comercial.   
Pero no es solo en los museos donde podemos ver este resurgir, lo visual y la vuelta a lo artesano y tradicional está tomando las calles de la ciudad en sus escaparates y locales más visitados. Un reclamo para el visitante y para el turista que pasee por las calles de Madrid pudiendo disfrutar del arte de esta técnica que está cogiendo fuerza en uno de los barrios más trendies de la ciudad, Malasaña, pero al que no se han resistido otros locales más clásicos como La Máquina de Jorge Juan, ubicado en pleno Barrio de Salamanca. Esta artesanía renacida es una respuesta sostenible y bella frente a la cuestionable calidad y la uniformidad estética de la producción en serie, a la vez que promueve una relación honesta entre el trabajo y la vida.  En palabras del propio Apesteguía: “Queremos que el ‘hecho a mano’  vuelva a ser sinónimo de excelencia. Nuestros clientes buscan distinguirse con una imagen cuidada, de estética tradicional y renovada a la vez. De este modo recuperamos rótulos antiguos y fachadas comerciales clásicas con un valor histórico, urbanístico y visual”.   
No solo los comercios de «a pie» apuestan por ello. Incluso también el cine ha apostado por el trabajo de este madrileño que ha colaborado en los atrezzos de la película “Verónica” de Paco Plaza o la imaginativa “Abracadabra” de Pablo Berger, decorando las ventanas de los bares que aparecen en estas cintas.   
Aspeteguía, licenciado en psicología y especializado en marketing y comunicación, comenzó su labor artística como muchos otros de su generación, pintando en las calles hace años como grafitero. Su “Vota Dier” en multitud de muros y espacios destacados de la ciudad fue el paso previo a, tras acabar Bellas Artes, buscar formación en talleres de veteranos artesanos como David A. Smith (UK), Mike Meyer, Noel Weber (US) o Alfredo Genovese (ARG). Una experiencia profesional que le llevó en un último paso a crear «Rotulación a Mano», el taller con sede en el barrio de Malasaña que acoge a un grupo de artesanos liderados por el propio Diego y que desde hace más de diez años se encarga de realizar murales y rotulaciones de manera profesional para comercios centenarios, pymes y grandes marcas como Ford, Cervezas La Virgen, Seagrams, Ginos, Heineken o Coca Cola.   
Entre dichos proyectos, destacó el realizado en 2016 para ‘La Duquesita’, comercio emblemático del chef repostero Oriol Balaguer, y con el que recibiera el premio Plata en la categoría de Rotulación No Impresa en la feria internacional de rotulación Fespa Amsterdam.   
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