Hace poco más de un año, uno de los autores de Long-Brit, JRGE, escribió una maravilla de artículo. Nos describía el proceso de elaboración de un auténtico Gin-Tonic, tipos de ginebra e incluso sitios de Madrid donde poder degustar una de estas bebidas. Con el verano a la vuelta de la esquina, es ahora el mejor momento para recordar uno de los artículos más finos y refrescantes que han pasado por nuestras manos. ¿Cómo hacer un buen gin tonic? LBm se pone manos a la obra… En primer lugar, decir que su origen se remonta a Ginebra, donde un relojero alemán, aburrido de ensamblar tourbillones, inventó un sistema con el que introducir burbujas de anhídrido carbónico y quinina en el agua envasada en botellas. ¿Adivinan como se llamaba dicha persona? Efectivamente, Johann Jacob Schweppe. Años después otro inglés pensó: ¿por qué no le añadimos Ginebra a este burbujeante pero aburrido refrigerio?; y ahí está! el proceso…? toma nota: 1. Se sirve en copa ancha. Ni vaso corto ni alto ni ancho ni grueso. Copa de esas con las que te sientes duque, conde o marqués al sujetarla y darle un trago.

2. Piel de limón verde. Han leído bien, cáscara, no rodaja. Este punto es crítico. La rodaja aporta excesivo ácido y reacciona de forma inmediata con el bicarbonato de la tónica estropeando las burbujas hasta dejar sin fuerza la bebida. Ni hablar tampoco del exprimido de limón con el que lo adornan algunos trastornados en pubs mediocres y de nuevos ricos.

3. Hielos. Un buen cocktail se viste por los pies. Los hielos, como los zapatos de un hombre, parecen accesorios y sin embargo son la piedra angular de una presencia impecable. Lo saben desde el Principe Carlos hasta Winston Churchill, que se ciscaba unos Gin Tonics de sofá, puro, tocadiscos y chimenea. La receta perfecta: cinco cubitos de hielo. Se trituran 4 g de cardamomo verde y 6 de enebrina, se dejan macerar cada cual en un recipiente con un litro de agua y se guardan una semana a 4ºC. Magia. A medida que pierde fuerza el carbónico se acentúa la potencia aromática de los cubitos, tres de enebrina y dos de cardamomo.

4. Marcas. Un par de referencias que no pueden darse el gustazo de dejar de saborear. Ginebra Hendrick´s o Martin Miller´s Westbourne (una de las mejores ginebras del mundo, ya comentada en Long-Brit). La tónica: Fever Tree (no es cara aunque difícil de encontrar). Esta tónica no es tan amarga como la Nordic o la que hacen los descendientes de aquel alemán relojero. Otras ginebras que no desmerecen en absoluto son Bombay Sapphire, elaborada con 10 tipos distintos de plantas, o Tanqueray, ambas normalmente disponibles en cualquier establecimiento nocturno. Otra ginebra a tener en cuenta, pero que aún no hemos tenido la ocasión de probar, es Citadelle, elaborada con 19 especies, y de origen francés, aunque quizás no sea la más apropiada para un buen gin-tonic dada su gran cantidad de aromas. Hoy por hoy, el TOP3 de ginebras (en 2009) lo ocupan la Old Raj Gin, la Citadelle Gin Reserve y la Whitley Neill London Dry Gin, según la guía WineEnthusiasts. 5. Proporciones. Una parte de ginebra y cuatro de tónica. Pueden adornarse, si la ocasión compañía lo merece, bañando la entrada de la copa con la piel de limón. Existen variaciones sumamente excitantes con granos de café, ramas de canela, rodaja de pepino… Pero un Gin Tonic es un Gin Tonic, a veces la originalidad mata la esencia. 6. Y sitios recomendados. Gin Club – Mercado de la Reina (c/Reina,16) y Bristol Bar (c/ Almirante, 20).(by JRGE)