Es uno de nuestros favoritos. Lejos del ambiente en el que han degenerado la gran multitud de citas festivaleras del país, donde abundan los guiris ebrios e irrespetuosos atraídos por el pack «Spanish-alcohol-sex & paella in the beach», el Sonorama se ha convertido ya en un festival muy nuestro, auténtico y disfrutable como pocos. Burgos tiene mucho que ver. Capital de gente guay, de oído fino y trato inmejorable, cada año desde 1998 han ido superando la calidad de su cartel.
En esta edición vuelven a agasajarnos con nombres propios del panorama patrio, como Fuel Fandango, Second, El Columpio Asesino, Elefantes, Iván Ferreiro, León Benavente, Depedro o nuestros queridos We Are Standard, que compartirán tablas con los internacionales Exsonvaldes, John Berkhout o Reptile Youth, entre muchos otros.
Pero el gran bombazo venía de la mano del enorme e incombustible Raphael, el mejor artista, con permiso del señor Julio Iglesias, que ha parido este país. Ayer mismo no podía evitar meterme en una conversación ajena al escuchar la chirriante frase de «Es que… Raphael no pega en el Sonorama». Peeeerdona??? Quién lo dice? Vaya si pega. Y ya si se anima a hacer crowd surfing al estilo Tom Mars (Phoenix) mientras bebe de un mini ajeno al son de Escándalooo puede convertirse en un momento más que memorable.
Bromas aparte, os dejamos que estudiéis el cartel. A nosotros nos convence, a pesar del tórrido agosto, si aprieta el calor, con un tinto de verano todo sabe mejor…
Raphael y Malú Que Sabe Nadie from HIPPIE_HEAVY on Vimeo.
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