En una reciente entrevista con motivo de su último trabajo, Leiva aseguraba que Joe Henry les había volado literalmente la cabeza tanto a él como al maestro González.

Joe Henry artista cantante
Mr. Joe Henry

Concretamente el disco Civilians, al cual Leiva y el gran Quique González habían llegado a través del batería Jay Bellerose. No en vano, Civilans es una obra perfectamente esculpida para disfrutar lentamente. Es, con mucha seguridad, uno de los mejores discos de country-folk de la última década.

Pero… ¿quién es realmente Joe Henry?  

Cantante, compositor, cuñado de Madonna y uno de los productores más prolíficos y rentables de la escena contemporánea. A él le deben gran parte de sus éxitos Elvis Costello, Teddy Thompson o Salomon Burke, quien ganó en 2003 el Grammy al mejor álbum de blues por Don’t Give Up on Me. Por entonces ya se empezaba a gestar el «Henry style». 

Nacido en Carolina del Norte en 1960, a los 26 años se mudó a Brooklyn donde comenzó a actuar en pequeños locales. Allí grabaría, guitarra en mano, su primer álbum, Talk of Heaven. Joe supo elegir muy bien a sus maestros de inspiración: Ray Charles, Hank Williams, Gram Parsons o el genial Woody Guthrie. En 1990 lanzaría Shuffletown de la mano de T-Bone Burnett. Alabado por el NYT, este disco suponía un giro hacia el alt-country, el country alternativo o la «fórmula Americana». Un género en el que encajan bandas como Wilco o Son Volt y que se define por la fusión de varios subgéneros desde el jazz al blues, el folk, el pop, el rockabilly, el punk o el country-rock.

Estas son, en esencia, sus principales influencias. Las claves que han hecho que su música se convierta en una especie de manual crucial para escuchar y para aprender. Pero si hay un álbum especialmente relevante en su discografía, ese es Civilians (2007). Volviendo a la entrevista antes mencionada, destacaba el ex componente de Pereza que lo que más le había llamado la atención de este disco era el hecho de la mínima instrumentación, lo que responde al concepto que Henry quería plasmar en él: menos producción, como si se tratase de una banda tocando en una habitación y con un trasfondo melancólico, palpable en temas como «God Only Knows», «Paker’s Mood», la bellísima «You Can’t Fail Me Now» o la canción que da nombre al disco. Lejos de la melancolía nos dejamos llevar por «Time is A Lion». Una auténtica fantasía delirante. La joya de Civilians para una servidora.

Civilians se define por textos sencillos y directos y por un portentoso nivel armónico dominado por las cuerdas de Marc Ribot y el vituosismo al piano de Jason Moran.

Quizá, la clave de un buen disco reside, como afirma el propio Henry, en escoger a unos buenos músicos. De una forma u otra, el disco en sí es puro jazz experimental, una delicia que les recomendamos desmenuzar paulatinamente.

Henry estuvo preparando su nuevo material para 2014: 11 canciones en acústico bajo el nombre de Invisible Hour. El álbum fue grabado en el mes de julio junto con Bellerose, Jennifer Condos, John Smith y Greg Leese. Según el propio Joe, este fue su mejor disco hasta la fecha, y quizás sea así, pero Civilians tieneun toque más blues que nos enamora.

Toda la discografía de Joe Henry es una obra maestra, pero sobre todo Civilians y su Invisible Hours hay que tenerlos entre nuestros vinilos, y retomarlos de vez en cuanto en una tarde lluviosa y disfrutarlos con un vaso de Whisky y un cigarro mientras reflexionamos sobre la vida y el poder.

Aquí os dejamos con una pequeña muestra de su inmenso talento…