La mayoría de ginebras están destiladas en alambiques continuos, que extraen un alcohol neutro y poco aromático. Estos alambiques se utilizan con profusión debido a que abaratan mucho los costes de producción.

La ginebra Martin Miller’s W. está destilada con el Rolls Royce de los alambiques, dos soberbias piezas de cobre macizo, fabricadas en 1903 por el mejor artesano de la época: John Dore and Co. Sólo se aprovecha el corazón de la segunda destilación, que previamente ha sido aromatizada con componentes naturales tales como las bayas de enebro, cilantro, raíz de angélica, cáscara de limones y naranjas, raíz de regaliz, canela, nuez moscada, anís estrellado de la India y algunos otros ingredientes mantenidos en riguroso secreto.

Finalmente, y por sorprendente que pueda parecer, el destilado puro (sin diluir, que es lo que le distingue de la segunda fila de ginebras como Hendricks o London Gin, las cuales tienen mucha fama pero no llegan ni de lejos a la élite de las ginebras) se lleva a Islandia, donde se le añade agua desmineralizada de glaciar islandés (el agua más pura del mundo), y allí se le adiciona el “ingrediente X”, que según los grandes maestros de esta destilería, es el que le da a esta peculiar ginebra una agradable frescura y frutosidad en el postgusto.

Esta ginebra ha obtenido la mejor puntuación mundial en el ‘Review of Spirits Award’: Nada menos que 97 puntos sobre 100 le otorgaron los agradecidos jueces. Su precio ronda en nuestro mercado los 40 euros/botella, y podemos decir sin ningun reparo que es la mejor ginebra del mundo.
Os recomendamos, como ya lo hiciéramos en Long Brit hace tiempo, que vayáis a probar un buen gin tonic de Miller’s Westbourne al templo de las Ginebras en Madrid, hablamos, como no, de Bristol Bar (c/ Almirante), seguro que no os va a decepcionar.

(By JRGE)